♟️ SS&L ♟️EDITANDO

♟️11♟️

—Vuelvo a darme cuenta de algún desliz de tu parte, TaeYang, y no te lo perdonaré.—

El mencionado está llorando en el asiento copiloto, la imagen de Min-Ho aún se reproduce en la mente del chico. Da un bajo jadeo cuando la mandíbula de él es tomado por una tosca mano, la cara de la mayor queda junta a la del menor, el olor a menta y chocolate, saliendo de la boca de ella para adentrarse a las fosas nasales del contrario.

—No estás bajo mi resguardo para vivir la vida loca. Dándole el culo a cualquiera que te diga tres malditas frases cursis, Omega.—

Hay un asentimiento por parte del contrario, espera él a que ella lo suelte, pero no lo hace, se frustra e intimida a la par cuando los oscuros ojos contrarios lo observan con una profundidad que lo hace gimotear sin querer. Él traga grueso, cerrando sus ojos al instante en que la fuerza en sus mejillas aumenta, sus labios se abren ligeramente por la tosquedad en que su mandíbula y mejillas son apretadas.

—Me d-duele.— TaeYang aprieta la mano contraria

Con tosquedad el agarre en el bonito joven es dejado, él se masajea la zona a la par que va saltando un suspiro bajo para calmarse, no quiere llorar más, no obstante, se está sintiendo muy sensible.

—¿Qué sucede, Hak-Kun?—

Sale del estacionamiento en donde dejó su auto, el cuerpo de Min-Ho aún sigue en llamas, Kim menor mira por la ventanilla como el fuego decora aquel cuerpo y también como hay hombres rodeándolo. Mira él por la ventana, pero sus oídos están atentos a la conversación que está teniendo la Alfa con uno de los hermanos Jung.

—Mierda, ¿sabes quienes son?—

—No estamos seguros, Alfa.— El hombre se escucha enojado —Pero sabemos que no se tratan de los hombres de los Jeong.—

Ye-Won frunce sus cejas y le da una mirada interrogativa al chico que tiene al lado. Ella bufa, sus hombros alzándose un poco por aquello. Kim menor parpadea confusamente, pues no comprende el motivo por el cual ha sido observado de ese modo.

—Lo mejor será que por esta noche no venga a casa. La mantendré informada de todo, si desea, puedo ir a hacer guardia fuera de donde se quedará junto a otros hombres.—

—No.— Dice, acelerando un poco más —Solo mantenme al tanto de todo.—

—Sí, Alfa.—

La llamada llega a su fin, pero la mayor vuelve a hacer otra.

—Padre.—

—¿Qué sucede?—

—¿Has sido informado de algo fuera de lo normal por tus hombres?—

—No.— La pelinegra asiente —¿Qué ha pasado? ¿Por qué lo preguntas?—

—Nada, yo lo soluciono.—

Sin más, la llamada es colgada, el tenso ambiente, hace encoger al chico. Ella le da una mirada de soslayo.

—¿Puedo saber a donde vamos?—

Aun si la pregunta ha sido hecha con tranquilidad, en un tono bajo y suave, la mayor no responde. El contrario decide no insistir, baja la mirada, concentrándose en apretar y aflojar sus manos como si fuese lo mejor. El movimiento del auto hace al Omega alzar la cabeza, el camino es rocoso de nuevo, pero por esa vez se están adentrando al bosque, se tensa y gira a verla, en ella hay una sonrisa que no sabe como interpretar.

—Y-Ye-Won.— La llama —No me harás nada malo, ¿verdad?—

—Define malo.—

Ella ladea su cabeza un poco para verlo mejor, visto que la cabeza de él está agachada. El chico no dice nada, no sabe como definir la palabra sin mencionarla a ella. Teme que pueda equivocarse y terminar siendo golpeado o que la ofenda y terminar siendo golpeteado también. Suspira cuando la ve salir del auto y él también se apresura a hacerlo, alrededor está muy oscuro, la soledad del bosque lo hace crisparse, los sonidos, por los animales, no le causa seguridad.