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¿Alguna vez escuchaste que Taylor Swift tiene una canción para todo?
¿No es raro y a la vez bonito la manera en la que podemos relacionarnos con la música?
Hay veces en las que Gerard cree que Taylor lo conoce... Un poco mucho...
Para entender más nuestro concepto...
—¡Todos sentados en sus lugares! —gritó la Sra. Potts. Por alguna extraña razón, su maestra de literatura tenía el mismo apellido que la esposa de Iron Man.
Interesante, pensaba él.
—¡Vamos, son las 7am! ¿No podemos mejor... tener la clase libre? —preguntó Bob, uno de los jugadores de football de la universidad. Claro, tenía que ser de esos brabucones.
—Acaba de llegar, Señor Bryar, le pido mejor que tome su asiento… —dijo la maestra, caminando unos pasos y viendo al final de la fila de estudiantes—. Y de paso avise a sus amigos Weekes y lero que si no llegan en 10 minutos, serán reprobados.
—¡Vamos, Sra Potts! Una vez al año no hace daño.
—Esa vez se han convertido en 20 —dijo seria, observando como la sonrisa de Bob decaía poco a poco.
Mientras los dos discutían, Gerard solo pensaba.
Frank lero... El novio del mariscal de campo del equipo de la universidad. No era una persona desconocida para Gerard, al ambos vivir en Belleville era muy probable que se hayan tapado en algún punto. Igual terminaría ocurriendo, pues sus padres al ser mejores amigos desde el inicio de sus carreras universitarias, prometieron mudarse unos al lado de otros. Desde jóvenes, los Way y el lero fueron forzados a convivir, pasando tanto cumpleaños/ día de acción de gracias/ Año nuevo juntos. Gerard realmente quería acercarse a Frank, pero él era demasiado tímido desde los 6 años. Entonces solo su hermano Mikey era amigo del más pequeño. Suspiro cansado.
Y de repente... la puerta se abrió, revelando a un Joven alto y ojos azules, y a su lado un pequeño de ojos avellana y traje de porrista... Sí, lero era el líder de las porristas, traje azul con blanco, falda muy corta con unos pequeños tenis que combinaban bastante bien con su atuendo.
—¡Vaya! ¡Miren quienes decidieron aparecer! —dijo la señora Potts, brazos cruzados y mirándolos acusatoriamente
Dallon bufó, dirigiéndose a su lugar con Frank de la mano.
—¿Qué demonios haces en mi asiento, Bob?
—Yo llegue primero, tonto, toma otro lugar —dijo Bob enojado.
—¿Y donde se sentará Frank? Idiota —dijo Weekes, sin mirar al mencionado que lo miraba un poco herido. ¿Tomar él el lugar libre en vez de cederlo a su novio, con el cual ha estado saliendo desde hace un año y medio? Algo bastante idiota, ¿no crees?
