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—¿Ya te sientes mejor? —El rubio asiente a la pregunta.

—No todos los días tuve que huir para que no me atraparan.

—Me gustaría soltarte para que no tengas que sufrir esto, pero es imposible, te volviste mi adicción pequeño O'R.

El azabache comienza a acercarse a él, logra absorber ese olor a menta que le agradaba.

—Me gustas mucho pequeño...

Comienza a dejar besos húmedos en el cuello del rubio, este se deja sintiendo bien su tacto, extrañamente en ese momento de miedo sus besos lo tranquilizaban. Y ese abrazo que le dio en el túnel lo había sentido protector y cálido. También, se había preocupado por él.

—Itachi, eres un maldito desgraciado, pero, me preocupas.

Itachi sonríe imperceptible en su cuello, comienza a besarlo más. Suavemente lo acuesta en la cama comenzando a desbotonar la camisa blanca del rubio, dejando expuesta su piel suave y cálida.

Ninguno de los dos se dio cuenta y tampoco supieron en qué momento, las prendas de ambos estaban en el piso y ahora estaban desnudos.

Itachi sonríe al verlo completamente desnudo y sin quejarse; comienza a besar el cuerpo acanelado del rubio, bajando a morder levemente su V. Ve el miembro del pequeño, sonríe arrogante y mete el miembro del rubio en su boca comenzando una felación.

El pequeño rubio abre sus ojos con sorpresa al sentir la cálida boca del azabache en su miembro. Abre su boca sacando un leve gemido de placer, a Itachi ese sonido lo había excitado, así que acelera la felación.

Las pupilas del omega estaban dilatadas ante la excitación, con su pequeña mano enreda sus dedos en los cabellos azabaches del alfa, sus gemidos eran suaves y bajitos.

El alfa termina la felación cuando sintió que el pequeño rubio había llegado a su clímax y corrido dentro de su boca, tragando toda la esencia que pertenecía al pequeño omega.

Sin esperarse más termino la felación, abrió sus piernas y se acomodó entre ellas, acomodo su enorme miembro en la húmeda entrada del omega, sin esperar, entro sin aviso alguno

El omega se sorprende, abre su boca y emite un gemido audible. Itachi sonrío arrogante, comenzó a embestirlo con fuerza, sintiendo como crecía en su interior y sus mojadas paredes que lo apretaban deliciosamente.

—Dame... Más... Itachi... —Dice el rubio mientras gemía.

Itachi apretó la mandibula, le había excitado de sobremanera el escuchar al rubio gemir su nombre. Sin más lo comienza a embestir más veloz y más rudo. El pequeño por primera vez se empezaba a sentir excitado, sintiendo placer y quería más. 

La cabecera de la cama comenzaba a chocar con la pared, el ruido entre el chocar de sus cuerpos era morboso, los gemidos y gruñidos de ambos resonaba con fuerza en la habitación. 

Ambos sentían que llegaba su ansiado premio: el orgasmo. Una tras otra embestida con fuerza, solo se escuchaban el choque de sus cuerpos, el golpeteo a la pared y los gemidos. Naruto sin pensarlo toma el rostro de Itachi y comienza a besarlo desesperadamente, Itachi se sorprende ante el acto del pequeño, pero no se niega, tomando el control de ese errático beso, sus lenguas por primera vez se encontraban y luchaban una con la otra por tomar el control.

Naruto se aferraba al cuerpo masculino del alfa, sus piernas rodeaban sus caderas mientras sentía que era penetrado una y otra vez, sintió las grandes manos del alfa tomar su cuello y besarlo nuevamente, Itachi sin salir del interior del rubio lo sentó encima suyo, volviéndolo a penetrar rudamente. El omega sentía el enorme miembro palpitar en su interior, sentía como crecía dentro de él, se sentía en el cielo.

—Me vuelves loco omega —dice Itachi. 

Las embestidas eran rudas, no tenía piedad del pequeño, solo quería sentirlo a él, sentir su inocencia, sus pequeñas manos, escuchar sus suaves y audibles gemidos, ver sus gemas brillosas y sus pupilas dilatadas, su rostro sonrojado, sus labios entreabiertos, rosaditos, brillosos por la saliva e hinchaditos, el rostro del pequeño se veía perdido de placer, para el azabache esa imagen era un poema.

Al verlo de esa manera se corre en el interior del omega, que este al sentir el líquido dentro suyo, al sentir que estaba siendo llenado por el azabache, se corre en el abdomen de este, acompañado con un gran gemido.

Se desploma en el pecho del alfa, su rostro sentía la piel cálida del alfa, a los segundos, sintió la mano de este en su espalda, el azabache al verlo tan dócil y cansado, sonríe imperceptible. Lo acuesta suavemente en la cama, y con una manta acobija su desnudo y delgado cuerpo. El rubio no supo en qué momento, pero ya estaba en un profundo sueño, rodeado de unos cálidos brazos y de una manta calentita, mejor no pudo haber dormido nunca.

***

Hubo tres heridos y cuatro narcotraficantes detenidos, entre ellos Soun-Hin de la mafia coreana, Luc Bernard de la mafia francesa, Alessandro Ferretti de la mafia italiana y Andrea Garcia de la mafia española. Los cuatro serán extraditados hacía los Estados Uni-. —La televisión es apagada.

—Es una verdadera lástima que no hayan capturado a Itachi, nos hubiéramos ahorrado muchos problemas —dice un rubio mayor. Minato. En eso, Kakashi entra a la oficina de Minato con la cara llena de preocupación.

—¡Señor, encontramos a su hijo! —Minato abre sus ojos sorprendido, se pone de pie rápidamente viendo el rostro de preocupación de Kakashi.

—¡¿Dónde está?!

—No le va agradar señor, quise investigar un poco más sobre la salida de Itachi Uchiha de Busan y... —Minato siente un golpe horrible en su pecho que le hace sentarse para no caerse.

—Esta con Itachi Uchiha...

—Al parecer estos dos meses si ha estado con él.

—No puede ser, no... ¡No! mi pequeño esta con ese narcotraficante.

—No es todo señor, para salir de Busan tomo un nuevo nombre, se hizo llamar por Menma Nakamura. Fue a Colombia, se reunió con tantos narcotraficantes, huyo de la Policía Nacional, ahora es buscado como narcotraficante en Colombia.

—Kakashi... ¿Sabes lo que significa? Voy a tener que capturar a mi propio hijo por huir de la policía y complicidad.

—Señor, Naruto es un buen chico, he pensado que todo lo que ha hecho es porque lo han obligado. ¿No lo cree?

—Puede ser, pero eso no quita que es cómplice de narcotraficantes peligrosos.

—Sólo espero que tome en cuenta que esto es un secuestro, cuando regresen de Colombia lo traeremos sano y salvo, que él de su opinión.

Minato sentía que en cualquier momento podría desmayarse, no podría imaginar lo que ese hombre le estaría haciendo a su pequeño. Apretó sus puños con coraje al saber lo que pudo aver hecho con él. Y lo que le está obligando a hacer.

***

El pequeño despertaba de su sueño, sintió unos brazos calurosos que lo rodeaban, de reojo miro el reloj, apenas eran las cinco de la mañana. Vio a Itachi quien seguía dormido. se acomodó en su pecho y lo abrazo queriendo quedarse así para siempre. Aunque esa acción lo extraño un poco, estaba abrazando a un narcotraficante y a su secuestrador, abrió sus ojos al ver el rumbo de sus pensamientos, «¿y si sufro el síndrome de Estocolmo? No; no estoy enamorado de Itachi... ¿ohh?», Mira nuevamente a Itachi, detallando sus facciones masculinas, era tan guapo. Sacude sus pensamientos, no quería enamorarse de su secuestrador, era absurdo. 

Secuestrado (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora