Secuestrado (Itanaru)

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Las noticias hablaban del mismo tema, todos quedaron en shock ante la impactante noticia.

Itachi miraba el televisor, solo hablaban de lo mismo.

—Un agente de la Administración para el control de drogas (Drug Enforcement Administration) fue encontrado sin vida en el puente Kannabi, se dice que el hombre de cuarenta y tres años se quitó la vid... —el televisor fue apagado.

—Kakashi Hatake está fuera del camino —decía el líder azabache.

—Namikaze creerá que lo hicimos nosotros, Itachi —dijo Shisui.

—¿Y lo hicimos?

—Bueno no, pero somos sus principales sospechosos.

—Si no encuentra signos de que fue asesinado, estamos fuera de ellos. Diablos, no puedo creer que ese imbécil se quitará la vida, me ahorro bastante trabajo.

Sasuke llegaba a la oficina casi corriendo bastante impactado.

—¡Itachi! El Hakate se mató solito. —llegó a informarles con bastante impresión.

Shisui sacó una carcajada mientras que el líder sonrió ligeramente.

—Justo hablábamos de eso, Sasuke. Toma asiento —el menor asintió.

—Al parecer se colgó con una soga en el puente Kannabi. Aunque algunos dicen que lo mataron e hicieron parecer que fue un suicidio. Si creen eso, nosotros seremos los principales sospechosos.

—Que busquen lo que quieran, sabrán que no fuimos nosotros —ambos asintieron a su líder.

***Capitulo 35x3***

—Demonios, era uno de nuestros mejores agentes, ¿cómo pasó esto? —el peliblanco negó con pesar. En realidad le agradaba el chico.

—No lo sé Minato, los forenses se están encargando, sabremos si fue asesinato o si en verdad fue un suicidio.

—Si fue asesinato, me iré primero por los Uchihas, Kakashi tenía un expediente de ellos, no dudo que lo hicieron para no tener pruebas en contra de ellos.

—Hablando de ellos, tengo información importante —Minato afilo su mirada, miro con cuidado a Jiraiya—. Hace una semana se sacó esto de las cámaras de seguridad. Es Kushina —el rubio abrió sus ojos con sorpresa al ver a la pelirroja. Iba abrazada de un rubio bastante alto, Carlo Ferretti, apretó el ceño.

—¿Esto que tiene que ver con los Uchihas? —el mayor suspiro con fastidio.

—Mira la siguiente foto.

El Namikaze regresó su mirada a las fotos, cambio de foto, su ceño se marcó bastante, su mirada se llenó de completo odio. Un Uchiha, era más bien, el menor de estos, Sasuke Uchiha. La pelirroja besaba su mejilla.

—Maldita zorra traidora —aventó las fotos—. Busca donde fue tomada la foto.

—En un local de café —respondió el mayor.

—¿Un lugar público? ¿Para que se verían en un lugar público?

—No tengo esa información. Y será bastante difícil saberlo.

—Al menos sabemos que Kushina está con los Uchiha, por ende Naruto se encuentra ahí. Además esta Carlo, están todos en Busan. Eso nos servirá.

***

—Itachi, hemos dejado bastante de lado el tema del bebé —el azabache dejó su trabajo para mirar a su rubio, tenía la mano en su vientre, sonrió de lado.

—Si tuviera el Sharingan grabaría este momento —el rubio sacó una carcajada.

—¿Sharingan? Ahora que lo pienso, ¿por qué llamaron la empresa así?

—Mmm... veamos —pensaba el alfa—. Es una historia algo graciosa, se dice que miles de años atrás, existía una pequeña aldea llamada Konoha, decían que en esos tiempos existían ninjas poderosos, superpoderes y eso. Y había un clan que destacaba de entre los demás, el clan Uchiha —el omega levantó la ceja divertido—. Se dice que tenían una capacidad ocular llamada Sharingan, era lo que les daba su poder. Dicen que ese poder era bastante codiciado, ya que tenían habilidades sorprendentes, así como meter en ilusiones a alguien o grabar imágenes o técnicas. Papá era bastante amante a esas historias de fantasía, y como nosotros somos Uchihas, quería revivir un poco aquella leyenda del clan Uchiha y sus poderes oculares.

El omega comenzó a carcajearse, toco su vientre nuevamente—. ¿Ah, si? Entonces nuestro hijo sacará ese Sharingan y de mí sacará algo así como un poder que pueda sacar cadenas del cuerpo o algo así.

Ambos comenzaron a reír divertidos, les gustaba pasar el tiempo de manera divertida, para olvidar un poco en la situación en la que estaban.

—¿Cómo se llamará si es hombre? Quiero que elijas el nombre, Itachi.

El alfa se acercó a su omega sentándose a su lado, colocó su grande mano en encima de la manita del omega.

—Estaba pensando... me gusta Denki —Naruto sonrió.

—Me gusta.

—¿Y si es niña? Tú elige el nombre.

—Naori —dice con amor. Itachi miro a su amado, beso sus labios con cariño.

—Te amo, pequeño.

—También te amo, mi secuestrador —Itachi sacó una leve carcajada.

—Soo-Min fue demasiado acertada, debería escucharla más seguido.

Naruto sonrió, se recostó en el pecho de su Uchiha, se sentía completamente a gusto con él a su lado.