Todo es sobre ti

7) En llamas

Capítulo sorpresa!!

Feliz inicio de mes <3

7) En llamas

Derek:

—¿Cómo? —pregunté tartamudeando, para verificar si había escuchado bien o era que mi mente me estaba jugando una mala pasada.

—Consejos para hacer sexo oral. Que me des algunos —explicó relajada, como si fuese lo más normal del mundo.

Tal vez si era normal. Quizás este era un tema de conversación normal entre una chica y sus amigas. Aunque a mi nunca se me ocurriría preguntarle a Lucas si mi manera de dar placer con la lengua era la correcta.

Madre mía.

—Yo no sé —dije atropelladamente.

—¿Nunca lo has hecho? —ladeó la cabeza observándome con extrañeza —. Venga ¿Cómo puede ser eso?

Entrecerró los ojos como si analizara mi expresión intentando deducir por cual razón podría yo no estar capacitado para darle los consejos que me pedía.

—¿Eres virgen?

—No... Yo...

—No seas egoísta. Comparte tus conocimientos —me animó —. Yo te haré una demostración de cómo lo hago yo y tú me dices que tal.

Se sentó en el suelo y colocó el plátano en posición horizontal, acercando su boca a este. Con su lengua comenzó a lamer la punta haciendo círculos, para luego introducirlo un poco en su boca y volverlo a sacar. Como si saboreara una piruleta. Luego bajó hasta el extremo inferior de la fruta y repasó toda su longitud con su lengua. De abajo hacia arriba, lentamente. Repitiendo esta acción algunas veces más. De repente lo agarró con más fuerza, me miró a los ojos, y lo desapareció dentro de su boca. Lo sacaba y lo hacía desaparecer otra vez, sin parar.

Yo había retrocedido tanto que me encontraba en el borde del sofá y caí al suelo. Al verme ella se detuvo y limpió el exterior de su boca con el dorso de su mano. Tan tranquila.

—¿Qué pasa? —quiso saber.

—Nada —negué y mi voz sonaba débil. Hubiese querido decir más que eso pero la imagen de ella con ese plátano no dejaba a mi mente pensar en otra cosa.

—¿Qué tal? ¿Te parece que lo hago mal o voy por el buen camino? El plátano es blandito, pero con aquello duro lo haría con más ímpetu. Y añadiría movimientos con la mano. Ya sabes...

—Me tengo que ir —me levanté del suelo caminando marcha atrás, tropezando con mis propios pies, y luego recuperando el equilibrio —. Quedé con Lucas para ir al plátano... ¡Al parque! Al parque... a darle de comer a los patos.

—Pero no me has dicho...

No le di tiempo de terminar de hablar. Fui a mi habitación corriendo, me puse zapatos y tomé un abrigo, para salir a toda prisa de aquel departamento porque esta chica me iba a hacer infartar a mis cortos veinticuatro años.

Alexa:

—No es casi rarito el Derek este —ironicé en voz baja antes de darle una mordida al plátano.

La expresión de su rostro era tan extraña, como si lo que yo hacía con la banana lo ofendiera de alguna forma o fuera motivo para exaltarse de esa forma. Como si no lo hiciera todo el mundo que ya se hubiese iniciado en este mundo.