19) Una morena nerviosa y una rubia tonta

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19) Una morena nerviosa y una rubia tonta

Alexa:

"Lo siento, el número al que está llamando no contesta"

Luego de escuchar esa frase más de una decena de veces en la última hora debía confesar que le estaba cogiendo manía. Dejé el teléfono con un golpe contundente sobre la superficie de la encimera. Al instante me preocupé de haberlo dañado o algo así, sin embargo, al comprobar que continuaba en perfecto estado, volví a cambiar la preocupación por el agobio y el malestar que había estado sintiendo durante las últimas horas.

Derek no respondía a mis llamadas o mensajes de texto. Ni siquiera había dormido en casa. Nos dejó a Mack y a mí, y se fue a dormir a la casa de Lucas. Podía entender que estuviese molesto porque sobrepasé el limite de nuestra amistad, o que estuviese incómodo porque lo besó una mujer, pero me parecía algo que podría arreglarse si hablábamos. No obstante, si el no me daba la oportunidad de hablar yo continuaría sintiéndome mal por lo que hice y él nunca sabría la razón por la que lo hice.

Necesitaba hablar con él.

—No sé si es cosa de tu cultura, pero ¿no sabe mal tomarte la leche con sal? —dirigí la vista a la taza de leche y el frasco junto a ella. Efectivamente, lo que estaba usando era sal en lugar de azúcar.

—No me di cuenta —respondí a Mack, agarrando la taza para tirar el contenido por el fregadero. De paso la lavé. En realidad no tenía hambre.

— ¿Qué te sucede?

—Nada —negué encogiéndome de hombros —. Creo que aún no estoy despierta del todo.

—Es pasado mediodía, ¿no dormiste bien?

—Tuve sueños un poco locos.

—Derek no ha venido. Ya ha pasado un día y medio desde la fiesta. Ni siquiera por algo de ropa —comenzó a decir la rubia mirando algo distraída en su teléfono móvil —. No sé si Lucas le dejé algo de su ropa. Seguro que es un rarito para eso también.

—Para la mala relación que tienen me parece gracioso que lo incluyas en todas las conversaciones de una forma u otra —la observé con una mirada acusatoria.

Ella hizo una mueca, como si no entendiera a donde quería llegar con lo que había dicho.

—No sé de que hablas. Me cae fatal.

—Claro.

—Deja de hablar de él, Alexa. De verdad —se quejó negando con la cabeza y resoplando.

—Pero si lo mencionaste tú —reí.

Comencé a caminar hacía mi habitación. Me detuve al escuchar una melodía que se me hacía conocida. Se percibía de forma algo difusa, como se percibía la música en los videos de conciertos que grabas con tu propio teléfono. Provenía del móvil de Mackenzie.

La rubia miraba idiotizada la pantalla, con la boca ligeramente abierta y expresión de incredulidad. Me acerqué a ella y, por encima de su hombro, visualicé la grabación de donde provenía el video. Entendí la expresión de mi amiga y mi cerebro al fin reconoció la melodía. Era una de la canciones de los chicos, una que habían tocado en la fiesta la noche anterior. Y el video era de ese concierto.

— ¿Cómo...? —comencé a decir, pero fui interrumpida por Mack.

—No sé, pero las reacciones al video crecen por minuto. Que locura —comentó —. Mira los comentarios.

Acercó la pantalla a mi rostro.

":Como se llama la canción??????¡¡¡¡"

Deslicé.

Todo es sobre tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora