14) Odio sin sentido

2.7K 323 17
                                    

4/7



14) Odio sin sentido

Lucas:

Que casualidad, la primera que había notado mi presencia era la rubia insoportable. Genial.

Vi perfectamente como, sin parar de mirarme, dijo algo que hizo reaccionar a Derek y Alexa. Enseguida empezaron una especie de discusión en voz baja y se detuvieron cuando yo estaba muy cerca. Era obvio que yo era parte de su tema de conversación. Puse los ojos en blanco resoplando.

—Si quieren me alejo un poco para que puedan continuar hablando de mi a gusto —solté mirando de reojo a la rubia que me observaba con una mueca en su rostro —. O me puedo marchar. Esta claro que por aquí no se me estima mucho.

—Cierto —opinó sin poder quedarse callada, como de costumbre.

—Es mutuo —agregué evitando mirarla —. ¿Te vas o te quedas, Derek? Estaba muy ocupado haciéndole limpieza profunda a Wendy.

Alexa miró a Derek con las cejas alzadas y la boca entreabierta. Disimular no era su punto fuerte. Mi amigo decidió aclarar la duda que no dijo en voz alta pero su mirada gritaba.

—Wendy es la batería de su habitación.

—Friki —masculló la llorona.

—No te entiendo, no hablo el idioma de las niñas mimadas.

— ¡Vamos a comer! —saltó Alexandra —. La comida siempre me pone de buen humor. Ustedes necesitan buen humor.

—Lo necesita él que parece que trae las baquetas metidas en el...

— ¡Vayamos a aquel sitio de allá! —intervino Derek impidiendo que la rubia culminara la frase grosera que iba a decir.

Esa era una de las cosas que me molestaban tanto de ella.

Con su piel delicada, su cabello rubio sedoso, sus mejillas que se sonrosaban por cualquier motivo, su ropa de colores vivos. Se comportaba como una princesita malcriada y consentida a la que había que cumplirle todos sus caprichos. De seguro eso habían hecho a lo largo de su vida y ahora le sentaba fatal que yo no fuese uno más, por eso se comportaba así. Lloraba para que sintieran lastima de ella y si no lo conseguía de esa forma iba por las malas.

Tantos recuerdos malos venían a mi mente cuando la miraba.

Simplemente no me gustaba lo que ella era. Su forma de ser, de vestir, de comportarse. No quería conocerla, no la quería cerca, y no intentaría disimularlo. Yo ya no estaba en el instituto.



Mack:

Mi día estaba siendo perfecto hasta que lo vi. La reacción de mi cuerpo ante Lucas ya era automática, y nada agradable. Se me tensaban los hombros y los músculos de cuello mientras apretaba los dientes, y ponía los ojos en blanco de mal humor. Él ponía de mal humor porque sabía que durante el tiempo que estuviésemos respirando el mismo aire sería un idiota molesto.

Alexa y Derek también se dedicaron a ver a Lucas acercarse.

Me intrigaba mucho la razón por la que el baterista del demonio se encontraba aquí. Como Derek lo haya invitado a acompañarnos le iba a llenar las piernas de tiras con cera cuando durmiera.

—No me mates. Esta aquí por mi culpa —confesó el castaño y yo lo miré de mala manera.

—Sabes que me odia, ¿por qué lo invitaste?

Todo es sobre tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora