Todo es sobre ti

9) Los chicos de la banda

9) Los chicos de la banda

Alexandra:

En tanto Mack se alejaba de nosotros en dirección al baño Landon abría la puerta que teníamos delante mostrando una estrella escalera que conducía a un nivel más bajo. Un sótano.

—Nos vemos luego, Landon —se despidió Derek.

El mencionado nos sonrió y lo perdimos de vista cuando comenzamos a descender por las escaleras.

El sótano era más grande que el garaje, y, al contrario de lo que me habían hecho pensar las rechinantes escaleras, estaba en excelente estado. Había una mullida alfombra cubriendo el suelo, muebles bonitos que parecían cómodos, instrumentos musicales, y cuatro chicos de los cuales tres nos observaban fijamente mientras caminábamos hacía ellos.

—Derek trae su propia fan a los ensayos ¿Cómo es que siempre va un paso por delante de nosotros? —cuestionó un chico con el cabello azul eléctrico, con una expresión que me hacía pensar que su pregunta era genuina. Tenía la pierna apoyada sobre un pequeño banco que le permitía apoyar su guitarra sobre su muslo.

La guitarra era del color de su cabello y tenía relámpagos en azul más claro. Muy bonita.

—No es una fan, es mi compañera de piso —aclaró Derek pasando por el lado del chico y pegándole un puñetazo amistoso en el hombro.

—Como dije. Siempre va un paso por delante de nosotros.

—Chicos, ella es Alexa. Alexa estos son los chicos, y la mascota de la banda —señaló al del cabello azul, quien le sacó la lengua de forma infantil.

—Bonita guitarra —comenté sin poder evitar decir algo acerca del instrumento. Ojala no haber opinado tan rápido.

—Es un bajo, preciosa —corrigió. Ahora que me miraba directo a los ojos noté que eran azules, un azul diferente a su cabello, pero formaban una combinación hipnotizante. Él sabía lo que hacía cuando eligió ese color de cabello —. Soy Chase, el guapo de la banda. Derek me tiene envidia.

El mencionado rió y negó con la cabeza.

—Yo soy Jason —me saludó con la mano un chico moreno sonriéndome tímidamente a unos metros de distancia.

—Es el solista —argumentó Derek porque, al parecer, Jason no era muy extrovertido.

—Lo mejor para el final —comentó un castaño que estaba sentado en el teclado poniéndose en pie. Cuando llegó a mi lado me extendió su mano —. Taylor, teclado y primo de Derek.

— ¿En serio? —exclamé sorprendida estrechando su mano por unos segundos.

—Pues sí.

—La verdad... —repasé el rostro de cada uno alternativamente —, sí que tienen un parecido.

En el fondo quedaba alguien, el cuarto chico. El cual no había levantado la vista para echarme un ojo tan siquiera. Lo que no me extrañaba en lo absoluto porque se trataba nada más y nada menos que de Lucas. Claro.

—Hola, Lucas —saludé por educación temiendo ser ignorada por completo.

Él prosiguió haciendo lo que sea que estaba haciendo, concentrado. Para mi sorpresa, sí que me habló. Sin embargo, no fue para devolverme el saludo.

— ¿No vino la otra?

Supe que se refería a Mack enseguida. Lo que no entendía era por qué preguntaba por ella si no la toleraba.

—Tuvo que ir al baño un momento —informé.

— ¿Cuál baño? —quiso saber de inmediato.

—Segundo nivel.