Capítulo 11 🌙

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Cellbit

Sentía mi cuerpo arder y por más que buscaba moverme para alcanzar mi mesa de noche no lo conseguía, Roier permanecía inmóvil sobre mi espalda, su respiración era regular probablemente aún continuaba profundamente dormido.

Al finalmente conseguir alcanzar una de las pequeñas jeringas que me había entregado Felps hace unos días, está resbaló de entre mis dedos cayendo sobre la alfombra que adornaba el piso de la habitación, respirar profundo intentando calmarme no era un opción al tener el cuerpo de Roier sobre el mío.

Mi estupidez no tenía límites, olvidar poner la alarma para conseguir aquel inhibidor había sido el peor error que hubiese cometido alguna vez, podía sentir la humedad de la almohada rozar mi rostro, no había notado lo mucho que estaba sudando hasta ese entonces, buscando alcanzar mi móvil para llamar a Forever solo conseguí tirar todo lo que estuviera sobre mi mesa de noche.

Tiré bruscamente del brazo de Roier dejándole tendido sobre la cama, sus ojos brillando como dos faros podían percibirse aún con la poca luz que se colaba por las ventanas, esperaba que no se resistiera pero eso era prácticamente imposible, por lo que rogaba internamente que aquel prometido rodillazo en mi entrepierna, le diera al menos el tiempo necesario para huir de la habitación.

El lucía molesto, probablemente al haber perturbado su sueño.

-¿Qué mierda pasa contigo? - preguntó aturdido, su voz sonando aún más profunda al venir recién despertando.

Tragué saliva sintiendo mi garganta arder en el proceso, su aroma estaba consiguiendo hacerme perder la cordura con mucha facilidad, más de lo que cualquier omega hubiese conseguido hasta ahora.

-¡Estoy hablándote, infeliz! - se quejó golpeando mi cuello.

Tomé con firmeza sus brazos alzándolos sobre su cabeza, y manteniendo un firme agarre sobre estos, el se estaba resistiendo y eso no hacía más que excitarme hasta el punto en que me importaba muy poco de quien se tratara, necesitaba tenerlo tan desesperadamente.

-¡Te estás pasando! - se quejó al sentirme tirar de su ropa interior prácticamente rasgando una parte de esta en el proceso.

Pude distinguir claramente el miedo en su mirada al sentir el collar en su cuello aflojar, al punto de ser descartado, relamí mis labios, disfrutando de aquel destello de vulnerabilidad por su parte, su respiración era irregular, el estaba demasiado asustado para pasar desapercibido, pero el intenso aroma de su excitación acompañado de la evidente humedad que ahora mismo conseguía prácticamente empapar mis dedos, me hacían saber que el estaba tan desesperado y esperando por esto tanto como yo.

El estaba lubricando demasiado, estaba más que listo y preparado para recibirme por lo que no le hice esperar demasiado, ví su espalda arquear de manera abrupta al hundirme por completo en su interior y le sentí aferrarse a mi espalda a la vez que hundía mi rostro en su cuello.

Aparté mis caderas hundiéndome nuevamente en un solo empuje, un gemido ahogado escapó de sus labios, sus manos temblaban y pude sentirle prácticamente clavar sus uñas en mi espalda ejerciendo aún más presión en cada uno de mis empujes.

En un movimiento demasiado inesperado le sentí atrapar mis labios entre los suyos, dejándome completamente fuera de juego por algunos segundos antes de responder a aquel inesperado beso de su parte, eso consiguió hacerme bajar la guardia por un momento y aflojar el firme agarré que tenía sobre el.

Al bajar mis labios en dirección a su cuello le sentí prácticamente hundir su cabeza en la almohada dándome acceso a este, deslizando mi lengua por una de sus clavículas, conseguí alcanzar lo que parecía ser el origen de su adictivo aroma a la altura de su cuello, dejando un húmedo beso sobre aquella área y sintiéndome repentinamente embriagado por su aroma, solo deslicé mis labios sobre todo lo que estuviera a mi alcance.

"𝓢𝓲𝓰𝓶𝓪" (guapoduo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora