Final🌙

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Mariana.

Un enorme estruendo seguido de un grito profundo y gutural llamó la atención de Slime y la mía, corriendo en dirección a las escaleras conseguimos ver a Cellbit semidesnudo bajar los peldaños de dos en dos antes de tropezar en los primeros y caer de bruces al piso.

Una lluvia de objetos cayendo tras de sí, almohadas, ropa, celulares, el monitor de los gemelos, entre otras cosas estrellándose de lleno en el piso y terminando destrozados sin razón.

Sólo unas semanas había durado la paz en casa antes de caer nuevamente en la rutina, Cellbit permanecía en posición fetal intentando sobrellevar la furia de su sigma.

Los gritos se transformaron en llanto y sollozos ahogados, una de entre varias pequeñas varas se estampó en el rostro del alfa, picando su ojo al alzar la mirada para ver si el momento de furia había cesado, un tanto curioso me acerqué hasta él tomando una de aquellas blancas varas, y notando dos líneas en esta.

Un zapato voló por mi lado impactando en la espalda de Cellbit con un ruido seco, seguido de un quejido del alfa.

Habían al menos 3 pruebas de embarazo positivas, regadas en el piso.

Observé desorientado a Slime, quien sólo tragó en seco escuchando a mi hermano acordarse a los gritos de cada pariente de Cellbit, especialmente de su madre, de forma bastante indecente.

-¡Jodido hijo de puta mal nacido! - bajó las escaleras de manera acelerada antes de golpear la espalda de su alfa con una chancla - ¡te lo dije mil veces! ¿es que acaso no aprendes? ¡Voy a arrancar tus pelotas con mis propias manos! - amenazó.

La amplia espalda de Cellbit se llevaba todos lo golpes, que no podían ser demasiado rudos teniendo Roier la fuerza de un niño de 5 años.

-¡Me dijiste que estabas usando supresores! - gritó furioso.

-Lo hice - aclaró escondiendo nuevamente su rostro para evitar golpes sobre aquel lugar.

-¡Jodido mentiroso de mierda! - se quejó intentando ir sobre él nuevamente y siendo у interceptado por Slime - ¡coje tu jodido auto! - señaló - debemos ir con el médico, tal vez estas pruebas estén caducadas o defectuosas.

-¿Las tres? - preguntó Cellbit recibiendo un gruñido en respuesta - voy por el auto.

-El tiene talento - comentó Slime viendo a Cellbit correr en dirección al auto y regresar unos segundos después en busca de algo de ropa al notar que iba solo en ropa interior - tal vez el talento compensa lo demás - agregó la verle tropezar en lo más alto de la escalera cayendo de bruces sobre el piso del segundo nivel.

-Espero por su bien que estas estúpidas pruebas estén equivocadas - suspiró Roier.

-Yo te lo dije - comenté recibiendo una mirada asesina por su parte - habían miles de opciones, regalos al azar, pero te encanta tentar a tu suerte - aclaré frente a su mirada cargada de odio - así que sí, espero que si haya cachorro e incluso espero que sea más de uno nuevamente para que aprendas tu lección.

-Voy a destrozarte - amenazó.

-¿Son esas tus hormonas hablando por ti? - me burlé.

-Espero que no haya un anestesiólogo en tu parto - admitió.

-Espero que no alcances a llegar al hospital y debas parir en casa - respondí.

-Espero que Slime olvide el nombre del
niño y lo nombre con el de su ex- aclaró.

-¿Tienes un ex? - pregunté a Slime.

-No - respondió - salí con algunas personas pero no estuve en una relación.

"𝓢𝓲𝓰𝓶𝓪" (guapoduo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora