Capítulo 30 🌙

576 67 21
                                    

Cellbit.

Mis manos temblaban, y estaba seguro de haberme roto el labio tanto morder este sin parar

Habían pasado horas y aún no sabía nada sobre Roier, ninguna enfermera era capaz de informarme nada sobre el y me sentía al borde de una crisis de pánico.

-Cellbit - sentí mi respiración quedar completamente atorada a medio camino, al oír al medico llamarme - me duele haber estudiado tanto para que me creas capaz de arruinarlo - comentó divertido llamando mi atención - felicidades hombre, tus bebés están esperando por ti.

Sentí todo el aire regresar a mis pulmones, unas horribles ganas de echarme a llorar me amenazaron de un momento a otro.

-¿Roier está bien? - pregunté rápidamente.

-Todo lo bien que se puede estar luego de un parto - comentó - que no es mucho, pero el está fuera de riesgo - aclaró - está descansando.

Sentía mi cabeza a punto de estallar, Roier y nuestros bodoques estaban bien.

Todo había salido bien, me levanté del asiento muy dispuesto a ver finalmente a mis pequeños, agradecía enormemente el apoyo de nuestra familia y cercanos, pero no me sentía capaz de pensar en algo más que en Roier y nuestros bodoques.

-Roier estaba a un poco más de 3 semanas exactamente de su fecha de término - comentó repentinamente - de acuerdo al chequeo que se les realizó a tus pequeños, todo parece estar en orden, ni siquiera parecen estar en un rango complejo para ser considerados lo suficientemente prematuros o necesitar asistencia, pero igualmente haremos un seguimiento de sus estados durante los próximos días.

No fue difícil para mi encontrar a Richarlyson, aún entre tantos pequeños pude distinguirlo a la distancia.

El aroma de Roier parecía estar impregnado en nuestros pequeños y consiguió guiarme hasta allí, permanecía dormido en posición de ovillo, parecía como si ni siquiera se hubiese enterado que ya no estaba en el vientre de Roier, a diferencia de Bobby quien estaba muy despierto, removiéndose en su pequeña cuna, esta era totalmente trasparente, por lo que era sencillo verlo a la distancia.

-Es momento ¿no? - mencionó divertido el médico - ve con el, que ya luego te faltarán brazos para cargarlos correctamente cuando ambos estén despiertos.

Me acerqué hasta Bobby, viendo por primera vez en detalles lo pequeño que lucía, sentía que podía lastimarlo sólo tomándolo entre mis brazos, su cabello parecía sólo una pequeña pelusa, su piel lucía demasiado rosa probablemente por el esfuerzo que le suponía retorcer su cuerpo luchando contra algo que parecía ser totalmente invisible.

Con el máximo cuidado que pude permitirme lo cargué igualmente, acomodando su pequeño gorrito sobre su cabeza, el cual parecía haber sido desplazado producto de sus constantes movimientos inquietos, su cuerpo era extremadamente ligero y a pesar de estar despierto mantenía sus ojos cerrados con tanta fuerza, que podía ver algunas arruguitas asomar en su ceño, acercando uno de mis dedos busqué acariciar una de sus manos, sintiendo esta aferrarse a mi dedo con fuerza.

Estaba al borde de derretirme sólo viéndolo, me acerqué con el aún entre mis brazos hasta Richas, notando que el permanecía en la misma posición.

Ambos eran totalmente opuestos y perfectos, mucho más de lo que pude llegar a imaginar alguna vez.

Bobby parecía estar pasando un mal momento al resbalar su pequeño gorro cubriendo sus ojos, dejó escapar un sonido agudo peleándose con el gorro, mientras se retorcía por lo que no tardé en acomodar este sobre su cabeza.

-Debemos llevarlos con Roier- comentó el hombre - supongo que aún tienes trabajo que hacer inscribiendo a tus pequeños.

-Es cierto - admití acomodando la manta que cubría a Richarlyson - al regresar puedo entrar a verlos, ¿verdad?

"𝓢𝓲𝓰𝓶𝓪" (guapoduo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora