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VEGAS

Llevo a Pete hasta la cocina y le indico que se siente en uno de los taburetes de la isla. De momento parece que va asimilando bien todo lo que le he dicho. Ahora solo queda que no salga corriendo cuando experimente en la práctica lo que hemos reflejado en la teoría.

—He hecho arroz con pollo, espero que te guste— le digo iniciando la conversación.

—Sí, me encanta, no sabía que cocinabas —me dice.

—Hay muchas cosas que no sabes de mí, pero espero que podamos llegar a conocernos tan bien que no necesitemos tu sala segura— le digo con la esperanza de que eso suceda impresa en mi voz.

—Lo intentaré con todas mis fuerzas, pero antes de que esto se ponga más serio, quiero que sepas por qué llevo tres años sin tener ninguna clase de relación — me dice con determinación, aunque puedo ver perfectamente que es muy duro para él hablar de ese tema.

—Soy todo oídos, ya sabes que independientemente de que nuestro trato funcione o no, estoy aquí para ti, mientras tú quieras, mi objetivo será cuidarte en todos los aspectos — le respondo para que sepa hasta qué punto estoy dispuesto a llegar para hacerlo mío.

—Bien, creo que ya sabes que tuve una relación seria y que ese chico murió en un accidente de coche — me dice, sabe que Porsche me ha puesto al día de ese suceso.

—Cuando saliste corriendo del club Porsche me hizo un resumen, pero no me contó ningún detalle, así que no te enfades con él, solo quería que comprendiera tus acciones — le explico.

—Lo sé, Porsche es mi mejor amigo y nunca traicionaría mi confianza, además no te contó nada que no pudieras descubrir por ti mismo, solo tienes que entrar en internet y tendrás hasta los detalles más escabrosos — me resume.

—Solo necesito saber lo que tú me quieras contar, con lo que te sientas cómodo.

<<Arm y yo íbamos a casa de mi padre adoptivo a comer, ese día él estaba de mal humor porque no le estaba yendo bien con un proyecto en el que llevaba trabajando bastante tiempo. Sinceramente cuando se ponía en ese plan yo siempre lo ignoraba, no quería empezar una discusión que sabía que acabaría mal, así que simplemente no le hice mucho caso. En un momento dado oigo un frenazo muy fuerte y de repente estamos dando vueltas de campana sin parar. A mí me pareció una eternidad, no parábamos de caer por un terraplén hasta que llegamos al fondo y nos quedamos bocabajo. No perdí el conocimiento en ningún momento, solo estaba algo aturdido porque una pequeña maleta que teníamos en el asiento trasero me golpeó la sien izquierda mientras rodábamos por la pendiente.

Cuando pude enfocar bien intenté ver donde estábamos, llamaba a Arm pero él no me respondía. Se había dado un fuerte golpe en la cabeza que sangraba mucho. Empecé a entrar en pánico, mi novio no me respondía y el cinturón de seguridad se había atascado impidiéndome moverme del sitio. Mi teléfono móvil estaba en mi bolso, pero no podía ver donde había ido a parar.

Después de un rato de desesperación total recordé que en la guantera del coche solía llevar un kit de emergencia que contenía una navaja, una linterna y un pequeño martillo para romper los cristales en caso de que me quedara atrapado. Con mucho esfuerzo conseguí hacerme con el kit y cortar el cinturón de seguridad. Una vez libre intenté despertar a Arm, pero seguía inconsciente. Busqué mi bolso pero no pude encontrarlo, tenía que buscar ayuda pero no quería dejarlo allí. Intenté salir del coche para hacerme una idea de donde podría estar, seguro que alguien vio el accidente y llamaría a emergencias.

Pero nadie llegó en la siguiente hora, caímos muchos metros desde la carretera y los arboles nos rodeaban por todas partes, si no sabían que estábamos allí jamás nos encontrarían. Arm cada vez respiraba con más dificultad, tenía que buscar ayuda. Tenía herido el tobillo izquierdo y roto el brazo derecho, casi no podía ponerme de pie, pero cuando lo conseguí no dejé de caminar hasta que pude llegar a la carretera. Era casi de noche cuando logré divisar unas luces y pedir ayuda. Tardaron horas en poder sacar a Arm del amasijo en que se convirtió el coche, murió en el hospital un día después. La persona que nos echó de la carretera iba borracho y decidió dejarnos morir, nos abandonó a nuestra suerte y cuando la policía lo encontró quise matarlo. Nunca había sentido un odio tan profundo por nadie, me quitó la razón de mi vida, el hombre que amaba y todos los sueños que habíamos forjado juntos. Le cayeron 25 años con revisión de la condicional cada diez y yo solo pensaba que él en diez años tendría la oportunidad de recuperar su vida, pero Arm ya no estaba y mi vida tampoco volvería a ser igual, eso no era justo» me cuenta sin apenas parar a respirar.

Carpe Diem [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora