Triple Jaque Mate

Capítulo 10

Sabrina.

—Intenta sonreír y finge que todos te agradan—susurré para mi misma tomando la copa del mesero que pasaba frente a mi.

La madre de Magnus me miraba fijamente, la mujer era demasiado elegante, tan elegante que no se molestaba en sonreír supongo que era para que su maquillaje no se corriera.

Magnus conversaba con algunos de los invitados de su fiesta. Sentí un fuerte olor a perfume al mirar a un lado mío la madre de Magnus me miraba fijamente.

—Hola—saludé dando una media sonrisa.

—¿Por qué no te has mudado aún?

Magnus pasó por un lado de nosotras con su móvil en la mano mirando de reojo, me dejaría responder a su madre sola.

—Porque tengo mi apartamento y me gusta vivir ahí.

—¿En qué lugar de la ciudad está tu apartamento? ¿Cerca de la casa de mi hijo?

—No, es un barrio bastante familiar y en mi edificio solo viven en su mayoría madres solteras—juraría que estaba luchando por no llevar una de sus manos a su pecho y suspirar pesadamente.

—¿Es lo que te alcanza con el sueldo de maestra?

—En parte, aunque lo mejor de mi apartamento es que es mío y está libre de las personas.

Le di un sorbo a la copa para dejarla sobre la mesa.

—¿Cómo te llevas con los niños?—preguntó en un susurro.

—Iré a buscar a su hijo y él le responderá—tomé el brazo de Magnus acercándolo a mi lado—. Tu madre está haciendo preguntas que me incomodan.

—Estaré con ustedes en un segundo solo debo ir a hablar con Massimo—miré al hombre mencionado para sonreír en su dirección.

—Scusa, ho bisogno del mio futuro marito per qualche secondo—Massimo sonrió y asintió levantando su copa en nuestra dirección.

Tomé su brazo para ir hasta donde estaba su madre.

—Ya puede hacer todas las preguntas que quiera—fingí sonreír.

—Le preguntaba a tu futura...esposa—murmuró entre dientes—, como se lleva con mis nietos.

—Bastante bien, Sabrina es la maestra de Nick y siempre está pendiente de Noah, de ambos.

—Una maestra sin futuro monetario se va a casar con el dueño de un imperio.

—Un imperio en el que no se puede hablar de tus propios hijos, suena muy catastrófico para mí —ambos me miraron con asombro, Magnus intentó tomar mi brazo pero me alejé—. Espero que tengan una maravillosa noche.

Caminé lo más rápido que pude a la salida ignorando a Magnus por completo.

—¿No estás olvidando algo?

—¿Qué es lo que olvido?—pregunté enfrentándolo.

—Nuestro trato, era toda la velada. Debes estar durante toda la velada.

—Me estoy retirando de tu estirada velada por que tu madre hace comentarios molestos y creme en la universidad me enseñaron a tratar con madres molestas pero ella excede los límites—soltó una carcajada para juguetear con el botón de su saco.

—Tenemos un trato, ya te lo dije.

—No me importa nuestro trato, ya se acabó. No tengo que lidiar con tu madre si estoy lejos de ti.

Volví a caminar a la salida pero su voz me detuvo antes.

—Si estás lejos de mí, estás lejos de mis hijos y de tu futura casa.