Capítulo 7

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Sabrina abrió los ojos pasando una mano por su rostro, no había dormido tanto y sin pensar en el accidente durante la madrugada.

Estiró su brazo hasta la mesita de noche para ver la hora en el móvil, era casi mediodía.

Escuchó algunos murmullos adorables de bebé y al voltear Peach hacia burbujas con su saliva mientras Magnus la abrazaba contra su pecho, este tenía la boca entreabierta y su cabello pelirrojo desparramado. Intentó retener una carcajada al verlo así y tomó su móvil para sacar una fotografía.

—Ven aquí—estiró sus brazos hacia Peach, hace cinco horas había sido la última vez que había comido y cambiado su pañal, Magnus estaba tan sereno durmiendo que no quiso despertarlo—. Buenos días Peach, vamos a cambiar tu pañal.

Efectivamente la bebé estaba hecha popo hasta la espalda asique tuvo que darle un baño, su cabello pelirrojo brillaba cuando la llevó hacia la ventana después del baño. En el jardín corrían alegres Noah y Nick mientras que su abuelo elevaba una cometa.

—¿Quieres ir con tus hermanos?—Peach bostezo apoyando su cabeza en el pecho de la chica—. Te llevaré, pero primero te cubriré con una mantita.

—El biberón está listo y el desayuno también—sonrió asintiendo en dirección de Livvie—. ¿Saldrá así?

Escaneo su pijama y sintió vergüenza de inmediato, tal vez en aquel momento era lo más parecido a esos jovencitos que usan ropa extra ancha y su cuerpo parece diminuto dentro de este.

—Tienes razón, me daré un baño e iré—le extendió a Peach pero esta comenzó a llorar de inmediato, Livvie intento mecerla entre sus brazos.

—La llevaré por su biberón seguro tiene hambre.

—Claro—las vio irse a ambas aun escuchando el llanto de Peach.

La ducha de Magnus era una maravilla, el agua caliente caía por su espalda, lo único que no le gustaba era que la mampara fuera transparente. Pasó con suavidad el jabón por las piernas tomando mi tiempo cuando la puerta fue abierta.

—¡Está ocupado, la ducha encendida y el vapor lo hace evidente!—gritó cubriendo su cuerpo al ver a Magnus restregar sus ojos.

—Necesito orinar Sabrina.

Iba a bajar su pantalón pero antes estiró su brazo hasta la toalla cubriéndose.

—No lo hagas, no te bajes el pantalón. Tienes muchos baños en esta casa enorme.

—Pero este es mío. No me gusta usar otro baño—soltó un chillido para salir del baño y esperar ahí, aún tenía el cabello con producto para el cabello y el agua caía por su cuerpo.

—¡No me hubiera molestado que te quedaras aquí!—gritó.

Relató algunas maldiciones en voz baja, estaba tardando demasiado para solo querer orinar cuando abrió la puerta Magnus estaba dentro de la ducha.

—¿Por qué lo hiciste? Yo estaba primero. Respeta el turno, respeta—se volteó mostrando todo su cuerpo. Sabrina dirige la vista al techo.

«Está siendo muy, pero muy difícil concentrarme», pensó la chica contando las líneas del techo.

—Tengo hambre, quiero desayunar y no me gusta desayunar en pijama.

—Pudiste pedirme que me diera prisa.

—Sabrina ya me has visto así, no tengas vergüenza conoces mi cuerpo.

—No—negó aun con la vista en el techo—, no lo recuerdo ni un poco.

—Pero él sí, si quieres entra y podemos ducharnos juntos. Tendremos una tregua en a ducha.

—Claro que no, el sexo entre ex novios no es mas que para vovler a un circulo vicioso.

Triple Jaque MateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora