Capítulo 14

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Sabrina entró a casa de Magnus intentando ignorar su móvil, llevaba sonando desde hace muchos minutos. Sus padres habían leído la revista de Máximo. Ellos querían explicaciones del por qué no ha dicho que se va a casar.

—Tu móvil está sonando Sabrina—apuntó Magnus caminando hacia ella con Nick en sus brazos.

—Son mis padres, esperan una explicación.

—Leyeron la revista de Máximo—dedujo el hombre.

—Lo hicieron—tomó entre sus brazos a Nick.

El niño se abrazó a ella apoyando su cara en su pecho soltando un suspiro—. Alguien en esta casa te adora.

—Todos lo hacen, hasta tu lo harás pero eres difícil para admitirlo.

Magnus rodó los ojos para caminar hasta su oficina donde estaba Massimo esperando.

—Vengo por los planos del nuevo recinto.

—Aun me falta terminarlos pero si quieres puedo llamarte, mis sobrinos están en casa así que continuaré con esto.

—Los necesito con urgencia y el plazo venció. Espero que no te moleste que me quedé esperándolo.

—Claro, intentaré terminarlo rápido entonces—Massimo asintió mirando su móvil para levantarse de la silla.

—Iré al baño.

Cuando salió de la oficina del hombre fue hasta el patio donde escuchaba risas venir desde la piscina. Sabrina se bañaba junto a Nick y Noah, intentando enseñarles a nadar.

—¡Mueve tu piernas Noah!—el niño asintió apoyándose de sus flotadores para mover sus piernas avanzando un poco—. ¡Muy bien, cariño!

Nick aplaudió sentado en su flotador con un gran gorro que cubría todo su rostro y las gafas de Sabrina.

—Veo que mientras Magnus trabaja ustedes se divierten.

Sabrina miró asustada a un lado de ella donde estaba Massimo de pie a la orilla de la piscina mirándola fijamente con ambas manos dentro de su pantalón.

—Ellos tenían calor y el clima está muy bueno para nadar—respondió la chica con amabilidad—. Debería ir a su casa y nadar con su esposa, aprovechando el clima.

—Mi esposa ya debe estar nadando junto a sus amigas así que yo trabajo.

—No es bueno tanto trabajo, tome como ejemplo a Magnus ahora pasa muchos más días en casa.

—Magnus tiene una gran motivación para quedarse en casa después de todo, están en la cúspide de su amor. Una vez estén casados su vida será todos los días lo mismo asique se aburrirán el uno del otro al punto de no tomarse en serio.

—Mis padres y mis abuelos se demuestran amor hasta el día de hoy, así que no creo en lo que está diciendo.

—El viejo amor italiano... era lo más destacable dentro de las familias antiguas, cuando de verdad te casabas con la persona que amabas con todas tus fuerzas. Tienes una familia afortunada.

—Si no está enamorado existe el divorcio, me la pensaría dos veces antes de estar con una persona que no amo por el resto de mi vida.

La voz interna de Sabrina le gritaba, hipócrita, a toda costa. Estaba fingiendo un compromiso pero el cual sabía que tenía fecha de término.

Massimo miró fijamente a la chica sonriendo.

—Ya tengo frío—aviso Noah tocando el brazo de la chica.

—Iré por una toalla—salió de la piscina cargando en sus brazos a Nick y ayudando a salir a Noah.

Camino hasta la pequeña caleta en busca de toallas. La mirada de Massimo estaba fija en el cuerpo de la chica, era un cuerpo elegante a su vista.

Triple Jaque MateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora