Capítulo 8

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Sabrina.

Estaba muy segura que el buscador de mi móvil estaba repleto de cosas como.

¿Puede un bebé entrar al mar?

¿Cómo tomar las mejores selfis junto a mis hijos?

¿Qué hago si a mi hijo se le pasa la mano con el sol?

¿Qué hago si mi hijo come arena?

Y un sinfín de preguntas más, esta vez no estaba sola en la playa y sin duda me sentía insegura, los niños son un mundo y dentro de este mundo hay ocurrencias como probar la arena o correr detrás de una pelota alejándote de tus padres. Necesitaba informarme de todo.

—Te daría veinte centavos por tus pensamientos pero por como miras a los niños apuesto que es sobre ellos—miré a un lado mío donde Magnus entraba las cosas a la pequeña casa que habíamos rentado, solo dos cuartos y una amplia sala con todo lo necesario para dos días.

—¿Cómo lo has hecho?

—¿Qué cosa?

—Ir con los niños a la playa y no sentir que una vez estén ahí puede haber muchos peligros.

—Es la primera vez de los niños en la playa también, pero cuando Noah creció y pusimos la piscina en casa siempre estaba paranoico. Una vez gateo por el patio, su madre estaba en la peluquería y yo en mi despacho, Noah cayó a la piscina pero por suerte Livvie estaba ahí. Me culpé día y noche por lo que pasó.

—Un poco fue tu culpa, si—me dio una mala mirada—. Llevaremos a Peach en una cangurera y Nick junto a Noah en dos carriolas, intentaremos mantenerlos siempre en nuestro campo de visión.

—Todo va a estar bien, estoy muy seguro que nada va a pasar. Estamos contigo.

Tomé la maleta de los niños sacando algunas de sus cosas más importantes.

—¿Por qué estamos aquí? Sé que es muy difícil que quieras tomar vacaciones aunque sean cartas.

—Estamos aquí porque tengo miedo. Tengo mucho miedo de que alguien llegue a mi puerta y me diga que Leo va a comenzar a pelear por quien se queda con Nick.

—Y esos seremos nosotros, tu y yo vamos a enfrentar lo que sea por Nick. Cualquier cosa.

—¿Como una pareja?—rodé los ojos.

—No, como mamá y papá.

—Osea una pareja, mamá y papá son una pareja y seguro que Nick lo cree así, asique hay que darle lo que quiere Estas a un si de tenerme solo para ti.

—Prefiero que cuando sea mayor le expliquemos que mamá y papá viven sus vidas por separado—explique acomodando en mi mochila algunas cosas de los niños.

—Tarde o temprano me dirás que sí, lo sé pero voy a dejarte que creas que no es así.

Se alejó de mí para ir por Peach a su carriola.

Intenté durante todo el día olvidar la presencia de Magnus pero era casi imposible.

Una vez fuimos a la playa los niños corrían y reían alegres, Peach estaba recostada sobre el pecho de Magnus con un adorable bañador que le quedaba enorme.

—Cúbrela un poco más con el paño, sus pies están expuestos al sol y es muy pequeña aun—Magnus acomodó la sombrilla sobre ellos para asentir.

—Mira mami—Noah corrió hasta mí con una piedra para dejarla sobre mi pierna—. Es un regalo para ti, la expulsó el mar.

—Es muy linda, pero no se acerquen mucho al mar—asintió para volver con su hermano quien caminaba con una pala de arena y su bañador junto al pañal lo hacían ver gracioso.

Triple Jaque MateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora