CAPITULO 23

54 9 2
                                    

Hela

Ascian observaba cada movimiento que daba mientras que yo tomaba el té de manzanilla que me había preparado Elith.

— ¿ Que nos espera ahora ? — pregunté para desviar su atención hacia algo más importante.

Pestañeando repetidas veces cogió la torta de chocolate que se encontraba al lado de su taza.

— Debo ir al reino de primavera.

— ¿ Qué ? — dije sorprendida dejando de lado mi té.

— La reina de primavera ha mandado llamar a todos los reyes de cada estación... — se toma el tiempo para saborear su pastel — Digamos que se ha enterado de qué hay una guerra que está a la vuelta de la esquina y quiere evitar todo eso.

— ¿ Podría ? — ladeé la cabeza — ¿ Podría evitar que la guerra suceda?

— No. — sus ojos se oscurecieron —  Tu madre ha matado algunos de mis hombres en tu ausencia, según Arwan hay un traidor entre nosotros porqué todas las muertes han sucedido dentro de este castillo...

Me levanté de mi asiento irritada.

Caminé de un lado a otro con impotencia. Mi madre siempre estaba en todos lados, la veía en las sombras del anochecer, en la oscuridad de mis días e incluso la siento respirar en mi nunca.

— ¿ Por que has esperado tanto para asesinarla ? ¿ por que una guerra, Ascian ? — fruncí el ceño — No soy estupida, sé muy bien que eres más que capaz de entrar ahí, en su habitación, y enterrar una daga en su corazón para luego salir de su reino por la puerta principal.

Una de sus características sonrisas salió a la luz.

— Quiero que sufra como lo hice yo viendo a mi familia morir.

— Ya, pero, ¿ por que esperar tanto ? — me acerqué a él esperando una respuesta. No contestó — Cuando tus padres murieron la corona fue para ti al instante , tuviste años, siglos, para matarla, no lo hiciste. ¿ Por que ?

— Porque me dio la puta gana, Hela. — masculló.

Suelto una carcajada.

Había pasado tanto tiempo con los salvajes desde que me coronaron qué hasta sus hábitos ansiosos comenzaron a formar parte de mi vida. No podía seguir con el plan de matar a mi madre cuando Ascian ocultaba algo, y ese secreto descubriría en ese instante cueste lo que cueste.

— Tú no eres así , siempre lo tienes todo planeado. ¡ Según la gente de allí afuera eres un maldito fae que analiza hasta los pasos que debe dar en el día ! — exploté — Eres alguien que estuvo escondido por cien siglos y nadie pudo contactarlo ni a su reino  ¡ se creía que estaban extintos tú y tu raza !

— Sabes mucho de repente sobre mí ¿ no ? — levanta una ceja.

Llegué hasta él y lo señalé. El salón donde estábamos se encontraba vacía , solo nosotros dos y los sin fin de platos de comidas para probar. Podía escuchar sin la necesidad de hacer esfuerzo como su corazón latía cada vez más fuerte.

— Ascian, no te hice esta pregunta antes porqué no teníamos tiempo, pero cuando estuve con los salvajes pude pensar bastante y a través de ello surgieron preguntas que no supe responder.

El Secreto De Las BrujasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora