Capítulo 8

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Hoy era el día.

Por fin después de un mes y medio, conocería a la mamá de Kuku, asi que después del trabajo me aseguré de llevarlo por su baño y ver que todo estuviera pulcramente limpio.

Incluso pasé dos veces la aspiradora por los sillones blancos y la alfombra por si había algún pelito pegado y finalmente salí a hacer mercado.

Nada podía salir mal. Quería de verdad agradecerle por darme una oportunidad tan buena y caerle bien. Tal vez incluso podríamos ser amigas. ¿Quién sabe?

Rosie había dicho que la dueña no era una mujer muy complicada respecto a la comida, que le gustaba comer de todo, pero tampoco necesitaba un gran banquete. Que normalmente vivía de pedidos a domicilio y comida rápida, así que tampoco debía esforzarme mucho, ¿Pero cómo no hacerlo?

Literalmente estaba viviendo en el centro de la ciudad. A diez minutos caminando de mi trabajo y con lo mejor de Nueva York por lo mínimo. No podía quedar mal.

Mi educación, no lo permitiría. Incluso podía oír la voz de mamá recordándome nunca llegar con las manos vacías a una casa ajena.

Veo cada ingrediente en mi carrito y repaso la receta de mi especialidad, pasta a la bolognesa.

Ok, no era una experta, pero sobrevivir sola y en una ciudad nueva, implicaba al menos saber cocinar para no morir de hambre, así que mi mamá me había instruido pacientemente.

Según eso, solo me faltaba el vino y un par de ajos.

No sabía la hora exacta en la que ella llegaría, pero me apresuro para llegar pronto.

Al entrar en el departamento, Kuma me recibe feliz con un par de ladridos y yo lo acaricio dejando todas las compras a un lado.

Empiezo a hablar con él como si fuera mi mejor amigo en el mundo mientras me sigue hasta la cocina y le prometo cocinarle un poco de pollo para que le diga a su mamá que soy buena persona.

Él me mira espectante moviendo su cabecita de un lado a otro y me agacho para acariciarlo ꟷOk. No lo hagas. Igual te daré pollito.

Empiezo a cocinar, ensayando en mi mente mi presentación. No quería que fuera incómodo, pero tampoco podía hablarle con mucha confianza desde el inicio. Así que tenía que encontrar un punto medio. De eso dependía la firma del contrato permanente.

Termino de preparar la comida y veo la hora. Ya eran las 7. Ojalá llegara pronto o todo se enfriaría.

A las 8 empiezo a comer yo después de darle su barf a Kuma junto al pollito que le había prometido y empiezo a preocuparme. ¿Sería que si llegaría hoy?

Le escribo a Rosé preguntando por si acaso. Ella me dice que tuvo un problema con su vuelo y probablemente llegue en la madrugada, así que mejor descansara.

Me encojo de hombros. Seguramente era alguien muy ocupada. Decido tomar un par de posits amarillos para dejar una nota en el refrigerador y después de guardar su plato de comida en el microondas, escribo:

"Debes estás cansada. Dejé un plato de pasta en el microondas por si tienes hambre. Kuma comió bien y recibió su cita de este mes. Ayer se hizo el mantenimiento de la calefacción según lo informado por la gerencia del edificio. Dejo sobre la mesa toda la correspondencia de este mes ordenada por fecha para que puedas encontrar todo de forma más sencilla. Espero poder vernos en la mañana

-JK."

ꟷBueno Kuku, supongo que tu mamá llegará más tarde ꟷsuspiro viendo al pequeño pomeranian y este suelta un suspiro.

OH MY ROOMATE! | JENLISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora