Capítulo 24

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La tensión se podía sentir en el aire. Hace poco menos de diez minutos que Lalisa había llegado al café y ciertamente resaltaba en el lugar.

Llevaba un conjunto de traje sastre a la medida en un azul eléctrico hermoso que creería no le quedaría tan bien a nadie más. Su escote profundo me devolvía a momentos no tan aptos para estar en público, pero ella parecía impasible mientras esperaba su late con leche de almendras en la barra.

El barista también estaba embobado, y digo también porque todos los hombres en este lugar no le habían podido quitar la vista de encima y las mujeres por lo menos la recorrieron de pies a cabeza un par de veces. Era como si estuvieran frente a una estrella de Hollywood y no puedo culparlos, ella definitivamente podría serlo.

No sabía cómo terminaría esta conversación, pero si de algo estaba segura es que no me arrepentía de nada. Aún si ella decía que fue un error, que era lo más probable, para mí sería la experiencia más maravillosa que guardar en mi memoria.

El solo poder decir que había visto deshacerse en mis brazos a esa obra de arte andante, ya era algo impensable. Pero decir que la había oído gritar mi nombre en un momento tan vulnerable, íntimo y por qué no, salvaje... Me generaba un sentimiento de orgullo insano muy díficil de apagar.

Lalisa se sienta delante, en la silla que está justo al frente mío, y pone su vaso descartable sobre la mesa de vidrio, mientras se acomoda.

Obviamente no se veía nerviosa. Era la confianza hecha persona y parecía importarle un bledo el ser el centro de atención de toda la gente que nos rodeaba. O tal vez ya estaría acostumbrada.

ꟷGracias por esperarme ꟷella rompe el silencio, aún sin mirarme de frente

ꟷNo hay problema. Yo también creo que necesitamos hablar ꟷrespondo invocando a toda mi fuerza interior, mientras tomo un sorbo de mi té matcha.

El silencio nos invade por un par de segundos más.

ꟷOk. Entonces vamos directo al grano. Lo de ayer... ꟷempieza otra vez y me mira de frente, pero duda y desvía la mirada hacia su caféꟷ no voy a decir que fue un error... Porque no creo que lo haya sido...

Bien, no me esperaba eso... Pero era bueno ¿No?

ꟷpero... ꟷoh no, si viene un "pero" ya no es tan buenoꟷ y estoy segura de que estarás de acuerdo conmigo... es algo que aunque haya sido divertido y estimulante...

Frunzo el ceño sin siquiera poder evitarlo.

¿Estimulante? Ok. Yo no habría usado esa palabra, pero bueno...

ꟷ...lo que digo es que... Por tu bien, por el mío... Por el bien de nuestra convivencia en el departamento... Nuestra única opción es que no vuelva a repetirse.

Y ahí estaba.

Bien. Al menos no me estaba echando y tampoco había negado que se había divertido.

¿Cómo debería sentirme?

ꟷDigo, estábamos bien antes ¿Cierto? Tú en tus cosas, yo en las mías. No hay necesidad de echar a perder esta... relación cordial que hemos formado, por un momento de debilidad.

Asiento despacio.

Nuestro acuerdo desde el inicio era simple, yo no la molestaba y ella no me molestaba tampoco. Y si había algo en lo que tenía razón es que nuestra "relación cordial" era bastante conveniente para ambas.

Jamás en mi vida volvería a encontrar un arreglo como el que teníamos y todavía nos quedaban tres meses del contrato. Yo no estaba dispuesta a irme a vivir a ningún nido de ratas de nuevo.

OH MY ROOMATE! | JENLISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora