Capítulo 46

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Pov. Lisa.

ꟷShin, por favor. Estoy desesperada ꟷllevaba dos horas en su restaurante, rogandole a mi amigo para que aceptara ayudarme en el problema con Mariela. Sobre todo porque quería saber qué cosa exactamente tenía y evitar que ni un asola, se difunda bajo ninguna circunstancia.

La amenaza de Mariela había sido muy precisa y después de la visita a la policía, me había quedado claro que, aunque pusieran todo su empeño, podían tardar y a estas alturas ya no quería arriesgarme.

Sobre todo por Jennie que tenía una posición muy díficil. Incluso su trabajo se podía ver afectado. La gente jamás juzga a los agresores y las víctimas son las que terminan pagando las consecuencias y sufriendo de habladurías.

Yo no permitiría que eso sucediera.

No. Ya le había hecho suficiente daño como para que su reputación también se vea envuelta por mi estupidez.

Yo le había dado las llaves a Mariela, yo nos había expuesto sin saberlo, así que yo debía solucionarlo. A las buenas o a las malas.

Sabía que Shin hace tiempo había dejado el mundo de la seguridad cibernética, pero también estaba convencida que su habilidad no había desaparecido. Cuando lo conocí, era un hacker profesional capaz de burlar cualquier código y seguir huellas digitales impensables.

Estaba metido tan al fondo de eso que podía burlar a la seguridad del Capitolio en un dos por tres si así se lo proponía. Y ahora era mi única esperanza.

No confiaba en nadie más.

ꟷPideme lo que quieras y te lo doy. Pero necesito proteger a Jennie ꟷjunto mis manos de forma suplicante y él me mira con una expresión neutra.

Mi amigo era grande y en general parecía un oso cariñoso, pero cuando hablábamos sobre cosas así, se ponía muy serio.

ꟷNo puedo Lisa. Sabes que eso puede ser ilegal. Es muy peligroso.

ꟷNo te pediría esto si no fuera en verdad importante. Esa mujer... Tiene videos privados que obtuvo sin consentimiento. Invadió mi casa y ahora está amenazandome con difundirlos en sitios para adultos. Por favor, eres mi única esperanza...

Shin frunce el ceño ꟷ¿Pero fueron con la policía?

Asiento

ꟷpero ellos pueden tardar mucho y no quiero arriesgarme. Jennie ya me odia lo suficiente, si esto también se sale de control, jamás va a perdonarme.

ꟷElla no te odia. Ella está molesta contigo porque tú eres terca, pero no te odia ꟷtoma mi hombro de para reconfortarme, pero niego con la cabeza.

En la mañana habíamos quedado más como extrañas y era de esperarse. Ella estaba dolida y yo bastante avergonzada.

Le había pedido perdón aún sabiendo que no merecía nada suyo, ni siquiera su compresión o piedad. Ella me lo dió, pero también me puso una barrera al frente y selló su puerta hasta con vigas de concreto, dejándome claro que cuando dijo que no tenía nada más para mí, estaba hablando en serio.

Para colmo la chica con la que fue, se me lanzó encima como una fiera protegiendo a su cachorro. No la culpaba, de hecho hasta me dió algo de alivio que la tuviera con ella, porque así se merecía que la defendieran. Con uñas y dientes.

Eso debí hacer yo, no simplemente dejarme llevar por la ira y la rabia, no condenarla sin darle la oportunidad de decirme la verdad. Yo me arrepentiría de eso por mucho tiempo, pero ya no había marcha atrás. Las cosas ya estaban echas. Y ahora solo tenía que encontrar la manera de no empeorar todo y redimirme lo mejor que pudiera.

OH MY ROOMATE! | JENLISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora