Capítulo 31

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Pov. Jennie

¿Qué hice?

El haber despertado en su cuarto, en su cama, aún me remordia la conciencia. Era la primera vez que entraba a ese lugar y su aroma estaba por todas partes, incluida mi piel...

No me arrepentía de lo que pasó, pero si tenía cierta culpa conmigo misma.

Ella no me había hablado en casi dos semanas, y con dos frases caí como un estúpido ciervo. ¿Osea? ¿Dónde había quedado mi orgullo?

Cierro los ojos con fuerza y me lamento en silencio.

Más temprano, me había escabullido de su habitación a hurtadillas, como una ladrona, todo para intentar no despertarla. Porque todavía no quería enfrentarla.

ꟷTe quiero conmigo

Su voz me llega con fuerza a la mente.

¿Qué tan real podía ser eso?

¿Podía creerle?

Me había dicho que me quería, pero todo fue en el calor del momento y también estaba borracha.

Tal vez ni siquiera recuerde lo que dijo o lo que hizo. Lo que ambas hicimos...

Y aún si lo recordara, lo más probable es que ni siquiera lo admita estando sobria, Aún con todo lo que dijo Rosie, Lalisa era Lalisa y yo quedaría nuevamente como la estúpida que le sirvió solo para calmar su calentura.

Incluso debía estar preparada para que siguiera ignorándome, pero lo cierto es sí me encantaría que fuera real. Que ella me buscara ahora, para arreglar todo.

Ilusa.

Me llevo las manos a las sienes con dolor. Yo no había tomado demasiado, pero al parecer la resaca moral también daba dolores de cabeza.

Necesitaba café.

Veo con urgencia el hilo negro de líquido caliente que baja lentamente por la cafetera. Al menos eso ayudaría a poner las cosas en perspectiva.

Siento las patitas de Kuma corriendo hacia otro lado rápidamente y solo dos segundos después la puerta de Lisa siendo abierta abruptamente.

Cierro los ojos con fuerza. No estaba lista para un enfrentamiento. Ni siquiera se había terminado de hacer mi café.

Levanto la cabeza hacia su dirección para pedirle un poco de tregua, al menos hasta que hayamos tomado un desayuno decente, pero la encuentro envuelta en solo una sábana, mirándome con los ojos somnolientos y el cabello alborotado.

Ahora mismo podía ser la imagen de playboy en una de sus portadas ochenteras, pero yo no me podía quejar, mi pinta no estaba mejor. Lo único que llevaba encima era una playera extremadamente grande que me cubría hasta la pantorrilla.

ꟷHas perdido la ropa por el camino ꟷle señalo en un afán de aligerar el ambiente, pero ella ni se inmuta.

ꟷpensé que te habías ido ꟷme dice en un hilo de voz y yo trago saliva.

ꟷLo siento. Aún no, solo estoy preparando café así que me iré en cuanto termine.

¿A dónde? Ni siquiera lo sabía.

ꟷNo, no no. Eso sonó mal. No quiero que te vayas solo... que desperté y no te encontré yo...ꟷ¿Estaba tartamudeando? ¿Lalisa Manobal estaba tartamudeando por mi?ꟷ gracias por no irte.

ꟷBueno, creélo o no, pero todavía vivo aquí ꟷrespondo sería, bajando la cabeza por lo que implicaban esas palabras. En ellas, iba mi leve reclamo por no haberla visto en éstos días, pero enmascaro mi molestia regresando a la cafetera porque si iba a pelear, al menos necesitaba energíaꟷ ¿Quieres café?

OH MY ROOMATE! | JENLISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora