Capítulo 37

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Pov. Jennie.

Tú vas a ser mi novia...

Tú vas a ser mi novia...

Tú vas a ser mi novia...

Sus palabras de ayer no dejaban de darme cosquillas en el cuerpo. Sabía que lo había dicho de paso y seguramente ni cuenta se había dado, pero el simple hecho de que lo reconociera en voz alta y en una conversación común y corriente, en la que de por sí se había abierto más conmigo, quería decir que lo estaba pensando en serio.

Yo ya le había confesado que la quiero, y aunque ella aún no ha respondido de la misma manera, sé que hemos avanzando muchísimo. Y a estas alturas ¿Para qué mentir? Yo también quería que sea mi novia.

Lo deseaba mucho.

No quería seguir esperando, pero entendía también que ella tiene sus propios tiempos y aunque en líneas generales ya teníamos y hacíamos todo lo de una pareja, como diría mi mamá, sin título no hay derecho.

Y yo quería mis derechos.

Sobre todo cuando a mí mujer la llamaban a las tres de la mañana para "firmar unos documentos urgentes", dejándome sola con Kuma en la cama, mientras se encerraban en el estudio.

¿Osea quién trabaja a las tres de la mañana? La bruja esa lo único que quería era molestar. Y lo peor es que lo estaba logrando. Me llegaba como una patada en el estómago, no poder decir nada.

Veo el reloj, iban a ser las cinco. ¿Qué carajos seguían haciendo ahí?

Suspiro y sin poder aguantarlo más, me levanto.

Era obvio que no iba a poder dormir más y estar en la cama imaginando tonterías no era bueno para mí salud mental. Jamás hablábamos sobre ella, pero sabía perfectamente que la tipa estaba interesada en Lisa más que como una simple colega o socia.

Lo supe desde el primer día y lo confirmé cuando quiso hacerme creer que estaba pasando las noches con ella.

Incluso podía imaginar a la perfección que en algún momento ellas pudieron estar juntas, porque le tenía ganas, pero para su mala suerte aparecí yo.

Y no me iba a ir a menos de que Lalisa me lo pidiera y esperaba que no lo hiciera o me rompería el corazón. Incluso pensarlo dolía.

No más, Jennie.

Voy directo a la cocina y una brisa fría me recorre el cuerpo. Solo llevaba una camiseta grande y la calefacción estaba baja. Paso por el control y le subo un par de grados.

Me pongo a preparar café para matar el tiempo y para cuándo el aroma empieza a salir, se me abre el apetito también. Abro la nevera y me doy cuenta que ya nos faltaban varias cosas. Hoy debería aprovechar en ir al supermercado temprano.

Agarro unos huevos y tocino. Cuando estaba ansiosa lo que me daban más ganas de comer eran cosas fritas y muchos dulces. Era extraño, pero seguramente mi cuerpo quería compensar lo amargo del momento.

Una hora después tengo el mesón cubierto de comida. Pancakes, fruta, huevos, tocino, café y jugo de naranja para Lisa.

A mi no me gustaban las cosas cítricas, pero por alguna razón a ella le encantaban.

Escucho la puerta abrirse y me hago la desentendida, fingiendo estar comiendo.

ꟷEstás despierta, bebé ꟷme dice Lisa con el rostro cansado, pero me sonríe y se acerca a mí para darme un besito en la coronillaꟷ ¿Qué es todo esto? Se ve delicioso

Seguía en su pijama azul de dos piezas que me encantaba. Se veía formal y adorable al mismo tiempo.

Con solo ese gesto, la cara de la tipa se transforma. No sabía si había visto a Lisa ser tan cercana a alguien como conmigo, pero me encantó ver su expresión de rabia.

OH MY ROOMATE! | JENLISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora