Capítulo 50

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Pov. Jennie

ꟷ¿Otra vez te mandaron el almuerzo? ꟷme molesta Tae mientras contemplo mi tupper de comidaꟷ ¿Qué es hoy? 

ꟷUn conejo ꟷrespondo sin verlo, maravillada por lo lindo que estaba todo acomodado. Pero él se acerca curioso y sonríe.

Después de lo de Sara, me había llamado desesperado jurándome que no tenía idea de lo que su "mejor amiga" estuvo haciendo. La verdad, estaba tan dolida que no quise profundizar más en eso y aunque no confiaba del todo en su inocencia, decidí solo ir con cuidado.

No quería hacer el ambiente más incómodo y, en el trabajo, era el único "amigo" que me quedaba.

Además, desde el inicio de clases me había vuelto a repetir que si bien le había contado lo que pasó entre nosotros, jamás esperó que ella reaccionara de esa manera tan agresiva. También que jamás supo que ella estaba enamorada de él, porque jamás se lo dijo o siquiera lo hizo notar. Nuevamente me pidió perdón en su nombre y también me prometió haber entendido que yo no lo veía, ni vería, de una forma romántica.

Al principio, le pedí espacio y respetó mi distancia, solo cruzábamos un par de palabras, y aunque por obvias razones no hablábamos de cosas muy personales, poco a poco nos fuimos acercando para compartir el recreo, mientras cuidabamos a los niños como antes.

ꟷWow, eso es muy tierno ꟷcomenta impresionado viendo la forma del arroz, los nuggets y las verduras. El conejo hasta tenía un moñito hecho con salchichas.

¿Cuánto le habría tomado hacerlo?

ꟷLo sé ꟷadmitoꟷ es tan lindo que no me atrevo a comerlo.

Mi comida se había vuelto una atracción, sobre todo para los niños de primer grado. Siempre que Woonie me la daba, quedaba con tanta ternura que apenas podía esconderla, pero hoy... hoy tenía los nervios también a flor de piel.

La tendría cerca otra vez y no sabía si estaba lista.

Había pasado mucho tiempo desde que nos vimos frente a frente, tiempo que me sirvió para poner las cosas en perspectiva, pero que sobre todo me dió la oportunidad de ordenar mi mente y ver mis sentimientos con más claridad.

En el tiempo que estuve con mi familia, pasando las fiestas de fin de año, sentí un extraño vacío en el pecho. Era como si me hubieran arrebatado algo de repente y entendía que era todo lo que nos había pasado a ella y a mi. No fue justo para ninguna de las dos.

Pero más allá de eso, entendí las razones por las que Lisa no confió en mi. Cosa que no quitaba todo el dolor y la decepción, pero al igual que a ella, alguien que creí cercano también me había traicionado, causándome una inseguridad palpable y muy díficil de manejar.

Justo por eso me había debatido entre sí debía regresar o no. Planteandome nuevas opciones en otros lugares en los que poder empezar desde cero y así olvidar lo que pasó aquí, pero... Recordé lo que me había traído desde el inicio a esta ciudad y... Decidí ser valiente.

Una decepción así no apagaría mis sueños y si debía empezar desde cero, lo haría las veces que fueran necesarias.

Aunque claro, del otro lado estaba Lisa y sinceramente no quería esperar nada de ella, porque si bien me había prometido hacer todo para recuperar lo que sea que tuvimos, no quería llevarme una decepción cuando decidiera que su mejor opción era dejarme atrás y seguir con su vida.

Porque ajá, siendo razonable, su vida y la mía en verdad eran muy distintas. Sin la presencia de Rosé, ni siquiera hubiéramos coincidido y si, sí. Pues no habría pasado de ser la maestra de su ahijado.

OH MY ROOMATE! | JENLISADonde viven las historias. Descúbrelo ahora