Capitulo 29: Enfrentandome a Chloe

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Freen

Mis días en el trabajo se volvían un trance de nostalgia y desesperación. Cada rincón del edificio resonaba con los ecos de momentos compartidos con Becky, recordatorios persistentes de su ausencia. Lágrimas silenciosas marcaban mis mejillas y pantalones, la manifestación visible de la tormenta emocional que me consumía.

En medio de esta penumbra, Heng, surgió como un faro en la oscuridad. Su voz, un susurro de noticias inesperadas, anunció la presencia de alguien que esperaba por mí en la cafetería. Intrigada y abrumada por la tristeza, me dirigí hacia el lugar, sin anticipar la sorpresa que me aguardaba.

Al llegar, la figura de Chloe se recortó en la penumbra de la cafetería. Aunque no deseaba encontrarme con ella, sabía que debía enfrentarla y expresar el torbellino de emociones que me consumía. Mis palabras, cargadas con el peso de la traición, salieron con una fuerza que ni yo mismo esperaba.

En la penumbra de la cafetería, Chloe se mantenía frente a mí, con una expresión que oscilaba entre la sorpresa y una extraña indiferencia.

—Freen, no sé a qué te referís. No hice nada malo —intentó defenderse, pero sus ojos delataban una complicidad que no podía pasar por alto.

Mis lágrimas se mezclaban con la ira mientras le respondía con un tono firme.

—No juegues a la inocente, Chloe. Sé que fuiste la arquitecta de todo esto. ¿Por qué intentaste destrozar lo que teníamos, lo que teníamos Becky y yo?

Chloe titubeó por un momento antes de responder, como si estuviera evaluando sus palabras con cuidado.

—Becky merece algo mejor. Pensé que la estabas reteniendo, que merecía algo más de lo que vos le podías ofrecer.

—No te corresponde decidir por ella. Lo que hiciste fue egoísta y malintencionado. Ahora enfrentarás las consecuencias de tus decisiones.— El enojo se apoderó de mí, y le espeté con una voz temblorosa pero cargada de determinación.

Chloe, sin embargo, persistía en acercarse, ignorando mis palabras de rechazo. Cada uno de sus pasos era una provocación, una falta de respeto a la herida que había causado.

—Freen, tal vez no entiendas, pero creo que podríamos tener algo especial —mencionó mientras se acercaba peligrosamente.

—No quiero nada con vos, Chloe. Vos causaste esto, y ahora tendrías que lidiar con las consecuencias —respondí con firmeza, apartándome de ella y rechazando cualquier intento de conexión.

El aire en la cafetería estaba cargado de tensión, y mi corazón palpitaba con la mezcla de emociones que se agitaban en mi interior. Aunque el encuentro había dejado una huella amarga, también sentí un atisbo de liberación al haber expresado la verdad y plantado cara a la sombra que había oscurecido mi vida.

Chloe, sin dejarse amilanar, avanzaba hacia mí con una mirada que oscilaba entre la insistencia y la falsa ternura.

—Freen, no podes culparme por intentar lo que creo que es mejor para todos. Becky merece más, y yo puedo ofrecerle eso.

Mi paciencia llegaba a su límite, y le respondí con una mezcla de incredulidad y enojo.

—Lo que crees que es mejor no te da derecho a manipular nuestras vidas. No sos la dueña de nuestras decisiones. Deja de jugar con nosotras.

Chloe, sin embargo, continuaba ignorando mis palabras, como si estuviera decidida a forjar una realidad propia.

—Freen, sé que puedo hacerte feliz de una manera que Becky no puede. Dale una oportunidad a lo nuestro.

Mi rechazo resonó en la cafetería cuando la aparté de un empujón suave pero firme.

—No quiero nada con vos, Chloe. Tu intervención solo me estuvo causando dolor y confusión. Deja de acosarme.

Sus ojos reflejaban una mezcla de frustración y sorpresa, pero no podía permitir que sus acciones tuvieran más peso en mi vida. Me alejé, dejándola atrás en la penumbra de la cafetería, con la certeza de que mi enfoque estaba en reparar lo que ella había roto con sus maquinaciones.

El aire quedó cargado de la tensión del enfrentamiento, pero también sentí un atisbo de alivio al haber dejado claro que no cedería ante sus manipulaciones. El camino hacia la luz se vislumbraba entre las sombras, y aunque la batalla contra las consecuencias de sus acciones continuaba, al menos había dado el primer paso hacia la recuperación de lo que una vez fue mi vida con Becky.

Un rato después de mi intenso enfrentamiento con Chloe, los síntomas de malestar se intensificaron hasta el punto en que me vi obligado a lidiar con una abrumadora sensación de desfallecimiento. Mareos persistentes y dolores punzantes me acosaron, pero en mi afán por minimizar la situación, decidí continuar con mis responsabilidades laborales.

Justo cuando me disponía a dirigirme a mis empleados en una charla, la debilidad física se apoderó de mí súbitamente. Mis piernas parecían ceder, y la sala comenzó a dar vueltas a mi alrededor. Intenté mantener la compostura, pero mis esfuerzos fueron en vano.

En un momento crítico, mi visión se nubló, y la consciencia se desvaneció. Me desplomé sin poder evitarlo, sumergiéndome en la oscuridad mientras el sonido de mi caída resonaba en mis oídos. Antes de perder por completo el conocimiento, solo pude atisbar la figura preocupada de Mint acercándose rápidamente, su rostro reflejando una mezcla de sorpresa y temor ante la inesperada situación.

Amor a primera vista (Freenbecky) +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora