Vmin|| Saudé.

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Kim Taehyung fue sacudido con suavidad proviniendo el toque de Park Jimin, el castaño frunció el ceño y abrió los ojos con lentitud, notando unas enormes alas negras que se extendían lo que podían en el carruaje y unos cuernos azabache que se le iban acercando. El licántropo al sentir el peso de aquel tipo sobre él, soltó un quejido, el descarado de Park Jimin estaba presionando su redondeado trasero sobre su pelvis y buscando hacer fricciones sobre el pene del castaño.

—¿Se ha vuelto loco? no, loco ya estaba...he sido despertado solo para esto.

Aquellos orbitantes ojos negros se enfocaron con cuidado, una larga cola se enrolló en las manos del humano, subiendolas arriba de su cabeza, el menor resopló.

—Estoy en celo...necesito calmar esta sensación, hazme tuyo—suplicó entre gimoteos y con mucha hambre de sexo.

Taehyung notó aquella apariencia, para muchos podía ser visto como un ser del inframundo y huir entre gritos; pero a él, le parecía fascinante, la piel se volvía más pálida y el cuerpo desnudo de Park Jimin, era erótico.

—Si me suelta, entonces cumpliré lo que me pida.

Jimin soltó con rápidez la mano de aquel hombre y cuando Kim Taehyung quedó libre del agarre, aferró sus manos alrededor de la cintura del pelinegro y lo acercó a él, empezando a besarlo con suma hambre. Habían sido varios días de viaje y sin poder tener un tiempo privado entre ellos, esa noche donde su carruaje había quedado lejos de la campaña de los demás, era el momento adecuado.

Desabotonó su pantalón y sacó su semi-erección, empezando a mastubarse, levantando en el proceso el trasero de Park Jimin, notando que el sangre mixta estaba lubricando bastante. Los celos de los demonios, o los vampiros solían ser intensos, como la escritora los escribió. Pero siendo un sangre mixta, con sangre de incubó, podían llegar a la locura si el celo no era apagado en su momento.

Incluso, podían llegar a destrozar su alrededor si no tenían lo que buscaban, le causaba cierto temor imaginar a Park Jimin en esa faceta. Se acercó al pecho desnudo, tomando una de las duras tetillas y succionó. El mayor se estremeció, sintiendo su erección vibrar y gimió complacido de aquellos labios cálidos tocando esa parte sensible de su cuerpo. El sangre mixta empezó a mover sus caderas, desesperado de algo más, ingresó sus manos dentro de los cabellos de Kim Taehyung y arqueó su espalda, dejando a la vista su dura erección. El menor tomó su pene y rozó el glande en la entrada de Park Jimin y luego penetró de un golpe, ocasionando que el peli-negro soltara un gemido y buscara aferrarse a algo más, entonces el menor tomó su pene y empezó a mastubarlo y empezár a mover sus caderas con frenesí.

—Ah...espera, Taehyung—gimoteó sorprendido Park Jimin.

—No, no me detengas ahora.

Jimin notó que el carruaje se estaba moviendo demasiado, escuchó un crujido viniendo de la llanta derecha de adelante, rodeó rápido su cola alrededor de Kim Taehyung, lo cubrió con sus alas y con un movimiento de su mano, abrió la puerta. Extendió sus alas y salió volando a gran velocidad a un lugar, el menor soltó un grito que fue desapareciendo a la lejania. Cuando el mayor creyó que era adecuado, bajó a tierra depositando a Kim Taehyung sobre la grama y quedando él encima.

—Esto...no era el tipo de sueños eróticos con lo que imaginaba—tosió el más joven ante aquella abrupta conducta, notó que Park Jimin soltó un suave ronroneo, tomando de nuevo aquella erección y se la introdujo.

Ya tenía más libertad de moverse a gusto y gemir sin contenerse al quedar lejos del campamento. Taehyung solo acomodó sus manos a los lados laterales de las caderas, sintiendo aquel vaiven y como Park Jimin se volvía cada vez desenfrenado, pasando sus largas uñas negras sobre su piel, arañando por la necesidad y apetito sexual. Jimin bajó sus manos para ponerla sobre el pecho de aquel hombre y así tener un mejor lugar para sostenerse, no era fácil estar montando sobre un pene, sus piernas terminaban doliendo. Taehyung trató de evitar excitarse de más, quería hacer llegar al orgasmo a Park Jimin, así que tomó de nuevo el pene del tipo, volviendo mastubar con cuidado, presionando sobre el glande y acariciando para luego hacer un vaivén de arriba y abajo.