Vmin|| Saudé.

[20]

Jimin caminaba de un lado a otro, había sido mandado a su cuarto y varios guardias vigilaban la puerta, por lo que no podía escapar, se sentó con suma preocupación, acomodando su mano sobre su vientre, preocupado. Kim Taehyung se encontraba en el salón del Rey, conversando con aquel hombre en privado debido a la nueva revelación de su existencia. Temeroso desvió la mirada en dirección de la ayudante, quien permanecía quieta y parada viendo en dirección de la ventana, pensando en alguna forma de escapar.

—Irene por cualquier situación, debemos escapar en la madrugada.

—Si, mi señor—afirmó aquella impura, se dirigió a la ventana, viendo abajo unos guardias y a la lejanía también—, es solo que no podremos escapar al menos que dejemos un baño de sangre.

—Esa ama de llaves, si hubiera sabido esta situación,la hubiera matado primero, si no fuera por ella...toda esta situación no se hubiera dado—gruñó en bajo, se sentó en una silla, acariciando su vientre.

—Mi señor—interrumpió Joy los pensamientos de su amo—, este es territorio de licántropos, hemos camuflado nuestro aroma gracias a la medicina que hemos tomado, pero, sabe usted que si nos encuentran, no sobreviviremos.

—Si nos toca prender en fuego este lugar para salir, lo haremos. Kim Taehyung no se quedará aquí.

Ambas doncellas afirmaron en silencio, enfocando su mirada a lados opuestos.

Si bien el ambiente era tenso y en el interior de aquel salón se encontraban los de la Nobleza y otras personas importantes, Kim Taehyung estaba tranquilo, notando como el rostro de aquel hombre sobre el trono estaba bastante tenso e incrédulo ante el descubrimiento del hijo de la difunta Emperatriz.

—¿Cómo llegaste aquí?—interrogó aquel Rey con su mano sobre los brazos de la silla, su mirada era fría, distante hacia su propio hijo.

Pero Kim Taehyung no esperaba en realidad una amena bienvenida de aquellos personajes.

—Fue por casualidad, su majestad. Fui dejado en un bosque para que muriera, mi señor, a quien le trabajé, me recogió y educó por muchos años hasta que llegué hacia el Conde, a su alteza, el principe Eunwoo lo trajo y fue quien le salvó la vida. Podríamos decir: ¿Es el destino? ese collar siempre estuvo conmigo desde que tengo memorias.

—¿Sabías lo que ese collar significaba?

—No, hasta que le vi uno al Príncipe Eunwoo el día que llegó a las tierras de mi señor—mintió con descaro; su porte era tranquilo, demostrando seguridad.

Los Nobles empezaron a conversar entre ellos, muy sorprendidos.

"—¿No significa eso que es el heredero al trono?"

"—Tiene sangre más pura que el príncipe Eunwoo, este niño es de la emperatriz"

"—¿Significa que debe ser vuelto el puesto al príncipe Heredero?"

El Rey logró escuchar un poco de las conversaciones de los demás Nobles.

—Aunque tu seas un príncipe de este Reino—intervino la Consorte Noble Imperial—, dices que trabajaste como sirviente, por lo tanto, no estás bien estudiado y no puedes calificar para el trono, mi hijo ha trabajado y estudiado duro toda su vida.

—¿Puede usted asegurarlo?—interrogó de un solo con el ceño fruncido—, puedo hacer una prueba, su majestad—prosiguió a fijar su mirada en dirección de aquel Rey.

La Consorte Noble Imperial se puso un tanto nerviosa, por lo que su hijo le dijo, el Conde que le salvó la vida, tenía mucho poder militar y podía ayudar a llegar al trono, si bien era uno de los hijos favoritos del Rey, había otros hermanos que también luchaban por el poder de aquel trono.