Vmin|| Saudé.

[04]

Kim Taehyung soltó un fuerte bostezo, hace cinco minutos que se había desperado aquella mañana; pero su mente aún no procesaba que ya era hora de andar, por lo que se quedó viendo la separación del suelo y la pared. Se rascó tras la oreja pensativo, debía pensar bien lo que haría ese día.

Se dirigió a su baño pequeño y privado, donde había un enorme barril de madera lleno de agua en su interior, arriba de él su tapadera y un pequeño huacal de metal, con el cual se ayudaría a bañar, un paste y jabón. Chilló por sus adentros cuando tocó el agua con la punta de sus dedos. Estaba fría.

—Quien tenga miedo de morir, que no nazca...ánimo, ánimo...¡Ánimo, animo, ánimo, one two...one two three four five—empezó a cantar empezando a desprender sus ropas—¡Hagan una bulla—Taehyung se tiró el huacalazo de agua fría y un grito desgarrador salió de su interior.

Cuando ya terminó de arreglarse, tomó un collar de oro, que al abrirlo, se podía ver la foto de una hermosa joven asiática. Según sus recuerdos, era lo único que traía desde que era un bebé y fue abandonado en aquel bosque, supuso que era la imagen de su difunta madre. Kim Taehyung había pensado muchas cosas, como el hecho de haber caído en el spin off de Santé y no en el original.

Donde muchas cosas podían haber cambiado debido a que era otra trama. Agregando de que en el libro original no se mencionó la llegada de ningún bebé al ducado de Santé y que este fuera criado por Mijoo y Sejeong, la ama de llaves que había muerto en el ataque del día de caza.

Por lo tanto, la trama desde su inicio ya era diferente, debía pensar muy bien como sobrevivir y salvar a su personaje preferido. Park Jimin. 

Se acomodó con cuidado aquel collar y se miró al espejo para analizar si estaba presentable. Se trató de calmar, dando dos inhaladas y exhaladas llenas de vigor.

—¡Buen día para tí tambien!—se dijo a sí mismo.

Salió de su cuarto y empezó a caminar por el pasillo, notó el reloj de torre, marcando las 5 am, algunos sirvientes ya empezaban a salir de sus cuartos para dirigirse a desayunar en el comedor de los trabajadores de la mansión. Kim Taehyung se sentó con lentitud, viendo a algunas chicas que conversaban entre ellas, quienes ya lo habían visto pero trataban de ignorar su presencia.

Pasado varios y largos minutos, una saltarina Dahyun apareció con una bolsa de dulces, algunas de sus compañeras le saludaron y luego siguieron en su conversación.

—¡Buenos dias estrellitas, el mundo les dice hola!—exclamó la emocionada doncella y se sentó al lado de Kim Taehyung—¿Qué tal tu segundo dia durmiendo aquí?

—Hizo un poco de frío por la noche—comentó Taehyung—y el agua me congeló hasta lo que no me imaginé, hasta mi amiguito se hizo pequeño.

—¿Amigo, cúal amigo?—interrogó extrañada Dahyun ante lo que oía.

Taehyung bajó su mirada con disimulo a su entrepierna, al recordar que era el siglo 18 y que las mujeres en esa época no tenían mucho conocimiento sobre la educación sexual, ni cuando estaban casadas,ellas se daban cuenta de como venían los bebés debido a su esposo o antes de casarse algunas madres les explicaban pero un poco al respecto. Apretó los labios avergonzado.

—Tengo un amigo, que es una culebra, que se hace pequeña con el frío—susurró enarcando ambas cejas.

—¡Increíble!—exclamó Dahyun al escuchar aquello—. Me gustaría conocer ese culebra de la que hablas.

Taehyung se forzó a sonreír.

—Oh, no quisieras. Te causaria terror—susurró de último con diversión y socarrón—. Bueno, a algunas mujeres les llega a gustar—Pero es preferible que te quedes así de inocente y linda—rió espléndida.