Vmin|| Saudé.

[22]

Una reunión se llevaba a cabo, dentro de un cuarto medio oscuro, se encontraba una mesa redonda y seis importantes hombres que conversaban entre ellos, mantenían una neutra conversación y uno que otro se atrevía a fumar un puro para calmar sus nervios.Habían sido convocados esa tarde y estaban ansiosos por saber a que se debía, ya que solo se reúnen en situaciones de emergencia. La puerta de aquel cuarto se abrió, ingresando la consorte viuda, la mirada de los presentes se enfocaron sobre ella e hicieron una reverencia de respeto al reconocerla.

—Ha pasado mucho tiempo, caballeros.

—Estábamos esperando algo así—comentó uno con una media sonrisa—, después de enterarnos del hijo perteneciente de la sangre de la emperatriz ha regresado por el trono, me sentía impaciente.

—Entonces, creo que comprenden a que se debe esta reunión. El Rey ha favorecido a la Consorte Noble imperial y a su hijo, el segundo príncipe, quien es sangre mestiza, no es un licántropo sangre pura.

—Había escuchado el rumor, pero no creí que fuera tan real.

—Lo es—afirmó aquella mujer—, el rey se encuentra enfermo en estos días, no me sorprendería que muera en algún momento y una pelea por el trono se haga presente, al segundo príncipe, lo están apoyando la iglesia de los Iluminados. Ni siquiera quieren ver a mi sobrino como el sucesor legítimo del trono como la ley dicta y corresponde.

—¿Já, esos bastardos?—inquirió uno con un tono muy molesto—, me pregunto que han recibido a cambio de apoyar a un sangre mestiza, sabiendo que el verdadero hijo de la emperatriz ha regresado.

—Escuché que esa mujer posee muchas riquezas, debe haber dado una suma bastante importante.

—Hombres que predican la fé con sus palabras mientras su mano se ensucian del dinero de ignorantes humanos.

—Escuché que hay un oráculo, de que en cuarenta años, nacerá una nueva santa, según los rumores, nacerá de la familia Real, hija de la esposa legitima de su alteza, el principe Cha Eunwoo.

—¿Hace cuanto años que no hay una santa?—interrogó uno, un tanto dudoso.

—¿Más de trescientos años, por allí? la Iglesia debe estar de vuelta loca.—agregó otro, entre dientes, notándose bastante molesto porque no era devoto a la religión.

—No creo que vaya a nacer una santa—comentó la consorte viuda con una leve sonrisa—. Decía que nacería de la amante del príncipe; pero ella murió hace unos días, no habrá problema al respecto.

Los hombres se contemplaron entre ellos, conversando un tanto interesados por la nueva situación.

—¿Y...qué deseas al respecto?

—Esta es nuestra oportunidad, caballeros, dejar en claro cual el verdadero poder y la descendencia de nuestra sangre. Quiero su apoyo para subir a mi sobrino al trono, quiero...me brinden sus manos y el poder que poseen.

—Lo haremos, sin embargo...escuché un rumor interesante—agregó uno que se había mantenido al fondo, en un total silencio—, que el nuevo heredero al trono, tiene un amante hombre ¿Un intersexual?

—Ah...si, es un Conde que mi sobrino conoció antes de saber que pertenecía a la familia real, trabajó para ese hombre. Parece que estás al tanto de todo.

—Sabes que me gusta indagar sobre todo, por algo soy un conocedor de los secretos de la alta sociedad. Este Conde, es del norte de Saudé, escuché que ese hombre...es descendientes de vampiros. Consorte Viuda.

Aquella mujer solo enarcó una ceja, recordando el aroma de aquel joven, por supuesto que lo supuso desde el principio.

—Los vampiros y los licántropos hemos estado en guerra desde hace mucho tiempo, usted lo sabe.