Vmin|| Saudé.

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«Una joven masticaba un chicle mientras contemplaba su celular y leía su teléfono, su ceño se frunció al escuchar un grito del otro lado y como un carro había dado un frenazo, una mujer agarraba a una niña y en la parada de enfrente, un cuerpo se encontraba sin vida sobre el frío pavimento, aquella joven se sorprendió y cuando iba a ir a ver si ayudaba en algo, cruzó la calle sin ver a los lados, siendo un carro que venía del sentido contrario de la calle que dio un frenazo y la arroyó, muriendo también del otro lado de la calle.»

Al despertar, se encontró en una habitación desconocida. Al girarse y mirarse en el espejo, notó que su cabello negro se había transformado en un rubio cenizo y sus ojos ahora eran de un azul claro. Recuerdos inundaron su mente. Se levantó sobresaltada de la cama y al abrir la puerta del cuarto, un grupo de sirvientes se presentó ante ella.

—Saludamos a su alteza, la princesa Karina del Reino de Aspath.

En ese instante, comprendió su nueva realidad, quién era y cómo había transmigrado a la historia que leía antes de morir. Se percató de que era un personaje secundario, la prometida olvidada del protagonista del libro; sin embargo, no tenía intención de quedarse de brazos cruzados.

Así fue como llegó al momento en que La princesa prometida se hundió en su silla. Habían pasado muchos meses desde que comenzó ese libro y, finalmente, había llegado al punto que deseaba: "Con el personaje principal, su favorito". Sin embargo, no esperaba en absoluto esa nueva variante, ese heredero desconocido le resultaba una situación muy extraña: ¿Sería porque ella había cambiado la historia?

—¿Ese era el hijo de la emperatriz?

—Exactamente, princesa. Recientemente realizó el examen del imperio y lo aprobó con distinción, obteniendo la máxima puntuación y convirtiéndose en el primer príncipe en la historia que lo logra con un diez perfecto.

—Si es tan inteligente, ¿por qué nunca he escuchado hablar de él?

—Todos creían que el hijo de la emperatriz había fallecido, pero en realidad, fue ocultado en un condado lejano y allí lo encontró y crió un Duque. Su identidad fue descubierta gracias al medallón que llevaba al cuello.

—¿Y cómo saben que es él? Podría ser cualquiera pretendiendo ser un heredero al trono.

—Se convirtió en un licántropo, princesa. Es sabido que solo aquellos de sangre real tienen esa capacidad. Además, hay rumores de que el hijo de la consorte noble imperial... no es de verdadera sangre real.

—¡Silencio!—exclamó al oír esas palabras. Se volteó furiosa, observando cómo su doncella se arrodillaba rápidamente al percatarse de su error—¿Cómo osas intentar manchar su nombre? Lo conozco mejor que nadie aquí. Si te atreves a decir algo parecido otra vez, estás acabada. ¿Entendido?

—Sí, princesa. Me disculpo, he cometido un error.

La emigrante alzó una ceja, contemplando su hermosa apariencia en el espejo. En su vida anterior, no era considerada atractiva en su país, lo que siempre afectó su autoestima. Pero ahora, con ese nuevo rostro y poder, podía hacer mucho más y finalmente obtener al hombre de sus sueños. Su prometido en la historia era descrito como un hombre muy apuesto, y al conocerlo, superó todas sus expectativas.

Primero, tenía que eliminar al nuevo príncipe heredero para que la historia que había leído retomara su curso, solo que esta vez, ella sería la protagonista.

Kim Taehyung emitió un bostezo prolongado y se estiró, dejando caer el libro que estaba leyendo al lado de la cama. Suspiró, abrumado por el aburrimiento: ¿Qué podía hacer ahora? Se había convertido en el heredero al trono, en un príncipe, pero con tanto tiempo libre, no sabía cómo ocuparlo; el aburrimiento era inmenso.