Era un club para omegas, ¿cómo iba a imaginar que uno de estos iba a llevárselo a la cama para darle la mejor noche de su vida?
"Es un omega, TaeHyung"
"¿Eso es un problema? Yo también lo soy"
- <3 -
-kooktae: (koo omega/top || th omega/bottom...
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La escena era muy típica.
El sol entrando por la ventana que daba vista a la calle, las sábanas blancas enredadas en sus cuerpos y el olor a cereza con hierbas mezclándose, era como una clase de aroma prohibido.
TaeHyung estiró sus músculos y luego talló uno de sus ojos para acostumbrarse a la luz matutina.
—Deberías colocar una cortina. —una voz grave lo hizo voltear. —Es solo una sugerencia, tú sabes... el sol puede ser demasiado molesto.
—¿Llevas mucho despierto?
—El suficiente tiempo para querer arrancar el sol del cielo o llenar tus ventanas de periódico.
La risa que soltó TaeHyung iluminó su rostro como el maldito sol a su ventana. JungKook pensó que era un omega un tanto peculiar.
—Creo que es lindo despertar así.
Volteó su cuerpo y se recargó sobre su brazo para admirar a JungKook. El cuerpo del omega azabache estaba cubierto hasta la cadera, dejando al descubierto su abdomen blanco y mercado con su eightpack, mierda, ¿eso era posible? De repente quería pasar sus dedos por esa suave piel.
Siguió observando hasta donde una infinidad de tatuajes estaban repartidos desde sus brazos hasta su pecho. La tinta negra y de algunos colores como verde y morado iluminaban la piel de JungKook de forma majestuosa, jamás había conocido a un omega así... tan peligrosamente atractivo y hermoso.
—¿Acabaste de analizarme o necesitas cinco minutos más? —preguntó el azabache burlón. —Espero que por lo menos recuerdes mi nombre o me sentiré ofendido algodón de azúcar.
El otro omega salió de su ensoñación y subió su mirada para toparse con los ojos negros del hombre en su cama.
—JungKook.
—Bien hecho, chico listo.
Su omega interior se alborotó, jamás lo había sentido tan insistente y complacido con algún otro olor o presencia. Suponía que la noche anterior lo había satisfacido tanto que ahora su lobito estaba encantado con el otro omega.
—Anoche...
—La pasamos bien. —le guiñó.
—Lo hicimos. —sus mejillas se sonrojaron.
JungKook rio con humor, ¿de verdad ese omega que ayer le pedía que lo follara con más fuerza era el mismo que ahora estaba sonrojado y viéndose tan malditamente adorable?
—No puedes ponerte rojo TaeHyung, estoy empezando a creer que si menciono la palabra sexo te taparás la cara y me dirás que pare.
—¡JungKook! —soltó una carcajada y en efecto se tapó su rostro con sus manos. —No hagas eso, yo puedo hablar de sexo, solo no estés mirándome así.
