ੈ Capítulo quince

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La tensión

[Dos meses después

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[Dos meses después...]

JungKook gruñó cuando sintió como el calor de TaeHyung desaparecería de sus brazos.

—Omega.

TaeHyung se inclinó y dejó un par de besos en sus mejillas.

—Debo bañarme omeguita gruñón.

JungKook soltó un bufido y se resignó, abrazó la almohada de su novio y hundió su nariz en ella, tratando de llenarse de ese aroma a cereza.

Cinco minutos después escuchó la ducha correr y suspiró. Llevaba un par de semanas durmiendo en la casa de TaeHyung, simplemente lo querían así.

Llevaban tiempo conociéndose, tenían la confianza suficiente para dormir en sus departamentos y también para...

—¡Kookie!

JungKook se levantó, la luz solar dando directo a su abdomen, tatuado y marcado. Su única prenda disponible era su pantalón negro de pijama.

—¿Qué pasó cachetón?

—¡Toalla y ropa interior, por favor!

JungKook sonrió y fue hacia el estante para tomar una toalla y luego al closet para sacar la ropa interior de TaeHyung.

Tragó duro al ver la colección de bragas de su omega; había de varios tamaños, colores y estilos.

—Mierda TaeHyung. —gruñó, de solo imaginar esa redonda parte de su omega en todas esas prendas lo ponía nervioso.

—¿Koo?

—¡Voy!

Tomó una braga negra delgada y luego caminó hacia el baño personal de TaeHyung para pasarle las cosas.

—Gracias, omega. —estaba escondido detrás de la puerta, paró sus labios en un poquito y fue besado por el pelinegro. —Tomas una ducha en lo que preparo en desayuno, ¿sí?

—¿Trabajarás hoy?

—Tres días libres por cubrir los turnos nocturnos, Kookie.

—Eso me agrada.

TaeHyung le sonrió y luego cerró la puerta, JungKook sabía que muy pronto toda esa tensión que sentían iba a desaparecer.

No habían tenido sexo desde esa noche en que se conocieron, por el contrario, de lo que se creía, no era porque no quisieran, sino porque no habían encontrado el momento perfecto, todo quedaba en manoseos intensos.

Media hora después, ambos estaban almorzando las guarniciones que habían sobrado de la semana pasada.

—¿Está bueno, Kookie?

—Delicioso.

TaeHyung sonrió y luego tomó su plato para levantarse y hacerle señas a JungKook para que entendiera lo que quería. El pelinegro cedió, con el tiempo habían aprendido a entenderse muy bien.

Falling for you ୧ kv Donde viven las historias. Descúbrelo ahora