ੈ Extras tres

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Mío censurado

Pasaba sus manos por su crecido vientre mientras veía a su esposo ingresar la tarjeta de identificación en el aparato

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Pasaba sus manos por su crecido vientre mientras veía a su esposo ingresar la tarjeta de identificación en el aparato.

—Sigo creyendo que debiste...

—Silencio omega.

JungKook cerró la boca y tomó su mano para adentrarse al gimnasio.

Era un día ordinario, un boxeador de liga profesional y su omega embarazado teniendo un capricho que su azabache no podía negarse.

A lo largo de los años, JungKook nunca abandonó el primer gimnasio que le dio un trabajo y un lugar para entrenar. Cuando se convirtió en un profesional con varios entrenadores y patrocinadores, lo único que hizo fue invertir en el lugar. Ahora era el dueño del cuarenta por ciento del gimnasio. Las ganancias eran una locura, así como las remodelaciones.

Además de que quedaba cerca de su casa, no perdía demasiado tiempo en el tráfico y podía llegar rápido para ver a su omega.

—¿Harás mucho ejerció? —preguntó el pelirosa mientras tomaba una botella de agua.

—Lo normal. —respondió.

Estaban llegando al gimnasio para hacer la rutina de JungKook, estaba libre por unos meses antes de su próxima pelea, por eso podía darse el lujo de relajarse y hacer menos ejercicio que otras veces. Cuando llegó a casa y vio a su chico listo para acompañarlo, no pudo no llevarlo consigo.

Además, estaba muy feliz viéndolo acariciar su vientre abultado bajo esa sudadera gigante que le pertenecía a él.

Lo que TaeHyung pensó que sería una tarde llena de tranquilidad y buena vista fue totalmente diferente, a excepción de la buena vista, JungKook se veía ardiente en esa situación, pero ese era el problema.

El pelinegro tenía demasiadas miradas encima y los olores a feromonas de atracción destilando a su alrededor. Muchas chicas y chicos pasaban a su lado y le sonreían o lo saludaban con esos ojos de coquetería que le daban ganas de vomitar.

JungKook no se inmutaba, pero tampoco se podía poner a gruñir como antes. Hoseok había sido claro, ahora era una figura pública, no debía tener malos entendidos ni una mala imagen con los demás.

TaeHyung bufó cuando una omega con olor a naranja se paró enfrente de su campo de visión y comenzó a hacer sus ejercicios de glúteo frente a su esposo.

Se levantó del asiento en donde JungKook lo había dejado para dejarlo descansar, ya que no quería que su embarazado hiciera demasiado esfuerzo. Fue hacia los casilleros y se topó con Soulgi.

—¡Tae! Pero mira qué hermoso estás. —sonrió. —Está haciéndose notar el mini JK.

TaeHyung asintió.

—Lo sé, estoy emocionando. —contestó. —Por cierto, quería saber si puedo conseguir algo más cómodo para hacer algunas flexiones.

—¿Flexiones?

Falling for you ୧ kv Donde viven las historias. Descúbrelo ahora