Era un club para omegas, ¿cómo iba a imaginar que uno de estos iba a llevárselo a la cama para darle la mejor noche de su vida?
"Es un omega, TaeHyung"
"¿Eso es un problema? Yo también lo soy"
- <3 -
-kooktae: (koo omega/top || th omega/bottom...
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El sentimiento de un día tranquilo estaba demasiado presente para ser verdad.
Su mañana había iniciado con la boca de su omega en su polla, fantástica manera de despertar, adoraba a ese pelirosado y su afición por su miembro.
La tensión de los días pasados había disminuido, SeokJin estaba de vuelta en el entrenamiento con una advertencia de Hoseok sobre no volver a pisar la estación policiaca. Ese día, JungKook juró que SeokJin iba a irse encima del alfa por haberle dicho eso, pero todo se relajó cuando el mayor le aclaró que simplemente quería que fuera más discreto y que no dejara pruebas de que había dado su merecido a esos tipos.
Ahora incluso algunos reían junto a SeokJin al saber la anécdota de cómo había terminado encerrado por un par de horas en las rejillas.
Aunque no era tan divertido a como lo tomaba en esos momentos. NamJoon había terminado con una crisis nerviosa por no saber qué hacer con su omega encerrado. Eso mientras su novio estaba muy tranquilo, diciendo que no se arrepentía de nada de lo ocurrido. Él lo haría mil veces más por defender a su alfa.
—Ardilla ruidosa, ¿quieres venir aquí o me harás mandarte de visita con esos alfas al hospital?
SeokJin bufó y subió a la lona para ayudar a JungKook con sus golpes.
—Me amas, Kookie. —lo molestó. —Nam ya me dijo que llegaste maldiciendo a todos y exigiendo que me sacaran.
Le hizo ojitos al pelinegro, quien bufó y le dio un golpe al saco que el mayor sostenía. Este solo soltó una carcajada.
—Es TaeHyung. Su histeria se contagia.
—Le diré que dijiste eso.
—Maldito chivo.
—¿Estabas preocupado por tu mejor amigo Kookie bebé?
—Cállate, SeokJin.
Disimuladamente, sonrió de lado, por supuesto que se había preocupado por SeokJin. Ese omega parlanchín era su jodido mejor amigo y el omega que más —después de TaeHyung— admiraba y quería, pero claro que no lo admitiría en voz alta.
El siguiente golpe ocasionó la risa del otro omega.
—¿Ahora golpeas así? ¿El romance te hizo débil? Esa derecha se sintió como la de un alfa, sin fuerza y sin chiste.
JungKook gruñó y comenzó a entrenar con más fuerza y precisión. SeokJin era bueno dándole motivación, siempre gritando que tenía que golpear como omega, porque para golpes mediocres ya estaban los alfas, todo era también a propósito para que esos idiotas con complejo de superioridad por su casta se mantuvieran al margen y vieran que los únicos dos omegas de ahí eran de respeto.
—¡Vamos, JungKook, eres un omega, golpea como tal!
Todos veían a ese par de amigos entrenar con decisión y soporte, dando con la fuerza precisa que muchos envidiaban, pues no era de esconderse que SeokJin y JungKook eran los más disciplinados de esa institución.
