ੈ Capítulo uno

8.4K 737 82
                                    

1. Club

El día había comenzado normal

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El día había comenzado normal.

Ordinariamente tranquilo.

Su teléfono vibraba por algunas notificaciones, el vecino aspiraba su piso por décima vez en la semana y el perro de enfrente ladraba por la atención de su pomerania.

—Yeontan creo que alguien está enamorado de ti.

El perro simplemente caminó devuelta a su habitación, ignorando los ladridos del chihuahua vecino.

TaeHyung soltó una risita y siguió en lo suyo.

No le gustaba esa parte de la semana, donde las bonitas flores que trataba de mantener por más de tres días se marchitaban y tenía que botarlas a la basura.

Había intentado de todo, incluso buscó videos tutoriales y compró esos productos recomendados por internet para mantener sus flores vivas, pero todas terminaban caídas y tornadas de marchitez.

Arrojó las rosas que en su anterioridad eran rojas a la bolsa del contenedor de basura y luego dejó que este se cerrara por sí solo.

Kim TaeHyung comenzaba a cansarse, era un bonito omega de pelo rosado con actitud de arcoíris, siempre vibrando en un distinto color, pero manteniendo esa alegría que lo caracterizaba.

Él deseaba amor.

Quería enamorarse, vivir un romance y dejar salir esos sentimientos atrapados en su pecho, no era un obsesionado ni tampoco era su anhelo más grande, pero sí tenía el deseo de hacer esa experiencia suya.

¿Era demasiado pedir?

Al parecer sí, porque no importaba cuantos alfas o betas tocaran a su puerta por una oportunidad, nada pasaba de un simple juego ordinario. A ver, tampoco era una estrella de mar, él también quería remar junto a una persona para llevar una bonita relación, pero... ¿Como hacerlo cuando nadie hace a su lobito y corazón removerse?

El último intento fallido fue Hyunin, un alfa de cabello verde con actitud narcisista que terminó en el contestador de sus llamadas. Las últimas flores que había recibido eran de ese alfa, las cuales se marchitaron tan pronto como su oportunidad con TaeHyung.

Una vez que todo estuvo en su lugar, tomó sus pertenencias, se despidió de su pequeño can y salió de su departamento. El treceavo piso no sonaba tan descabellado cuando rentó ese lugar a los quince años, pero ahora a sus veinticuatro deseaba poder comprar una casa muy pronto.

Era enfermero en el hospital central de Seúl, luego de dejar su pueblo natal y estudiar en la ciudad, su vida se adaptó a la metrópolis. Algunas veces extrañaba la tranquilidad de su anterior vivienda, incluso si eso incluía cuidar de una granja con muchos animales esperando por su comida diaria.

Acomodó su gafete de identificación y se dirigió a la parada de autobuses más cercana, no quiso sacar su auto, tenía la mitad de su valor pagado, pero aún le era difícil conducir en una ciudad llena de gente que cree que por ser un omega no manejaba lo suficientemente bien. Incluso aún tenía su estampa de principiante pegada en su defensa, las personas algunas veces solo no comprenden.

Falling for you ୧ kv Donde viven las historias. Descúbrelo ahora