Era un club para omegas, ¿cómo iba a imaginar que uno de estos iba a llevárselo a la cama para darle la mejor noche de su vida?
"Es un omega, TaeHyung"
"¿Eso es un problema? Yo también lo soy"
- <3 -
-kooktae: (koo omega/top || th omega/bottom...
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El despertar nunca había sido tan maravilloso desde TaeHyung agarró su nuevo hábito.
No lo podía evitar, y JungKook... bueno, él estaba encantado.
—Mmmha. —gimió y alzó la sábana para ver el cuerpo de TaeHyung entre sus piernas, con su cabeza enterrada en su entrepierna. —Tan bueno mi omega.
TaeHyung tomó un descanso solo para abultar sus labios para darse pequeños golpes con el glande de JungKook.
—Abre la boca.
El pelirosa obedeció y volvió a meterla a su boca.
—Mierda, justo así. —jadeó y llevó sus manos a la cabellera del omega, guiándolo a su modo para que siguiera tomándola toda. —Estás hecho para mí.
Ambos tenían un libido bastante alto, eran dos omegas en sus plenos veinte, tenían las ganas de experimentar y vivir todas las experiencias posibles, o todas las posiciones posibles también.
—Mierda, voy a correrme...
TaeHyung comenzó a mover su mano con más velocidad, quería tener toda su corrida en su cara. Y así fue, JungKook simplemente se corrió luego de unos segundos y manchó toda la cara del pelirosa, desde sus párpados hasta sus labios y mejillas.
TaeHyung se hincó sobre la cama y miró a JungKook con fingida inocencia, haciendo un lindo puchero que duró poco, pues luego comenzó a tomar la corrida de su novio con sus dedos para llevarla a su boca, chupando sus dedos.
—Eres la puta destrucción, TaeHyung. —sin importarle mucho la situación, se abalanzó contra él para darle un beso lleno de pasión y deseo. —Joder, mírate todo lleno de mí.
La imagen de la noche anterior de TaeHyung en cuatro con su culo al aire y dejando salir su corrida de su agujero lo hizo excitarse de nuevo.
—¡Mmha! —TaeHyung gimió al sentir los dientes de su omega en sus labios. —K-Kookie, sé gentil.
JungKook lo puso en su regazo en un solo movimiento, ambos desnudos y sintiendo sus extremidades a la perfección.
—Siempre lo soy, ¿o no? —bajó sus manos y amasó ese gran trasero que tanto le encantaba. —Tu JungKook siempre es bueno contigo.
—Sí, sí. —asintió entre pequeños jadeos, luego bajó su rostro y comenzó a besar el cuello blanquecino de su pareja, quien solo ladeó su cabeza y le dio más espacio.
TaeHyung se reconfortó con ese delicioso aroma a cítricos. Siempre adoraría el aroma de JungKook, era simplemente perfecto para él.
JungKook, por otro lado, comenzó a divagar, había algo en su mente que no lo dejaba completamente tranquilo. En la última semana, TaeHyung llegaba con olores extraños y también se comportaba un poco diferente.
