Falling for you ୧ kv

ੈ Capítulo seis

6. Gimnasio.

¿Ejercitar su cuerpo? ¿Tener forma?

Definitivamente estaba volviéndose loco, ese omega estaba dejándolo menos cuerdo de lo que ya estaba.

No tenía ni idea de que hacer en un gimnasio, nunca quiso estar en uno en primer lugar, simplemente lo dijo porque sus ganas de ver a JungKook fueron más grandes que su razonamiento.

¡No podían culparlo!

JungKook le gustaba, llamaba demasiado su atención y sí, tal vez solo había tenido un encuentro de una noche y algunas pláticas por mensaje en esas semanas, pero para él era suficiente para saber que definitivamente ese omega pelinegro le interesaba más que cualquier persona que hubiera conocido antes.

Y no solo le agradaba a él, sino también a su omeguita interior, quien se emociona cada que escuchaba la voz del azabache. Justo ahora no dejaba de removerse feliz por estar a punto de encontrarse con el otro omega.

Estaba afuera del establecimiento de ejercicio, sinceramente, y aunque no quisiera músculos en lo absoluto, había llegado a la conclusión de que un poco de ejercicio le vendría bien, mejor si con eso lograba ver a JungKook.

Estaba vestido con un pans blanco y una playera negra holgada, era lo único que había logrado conseguir para verse "atlético", sin embargo, ahora que veía a todos entrar no se sentía tan acorde con ellos, pues estos vestían prendas pegadas al cuerpo como licras o faldas de ejercicio con pequeños tops.

Ignorando sus pensamientos negativos a su vestimenta, entró con una sonrisa y una profunda decisión de dar lo mejor de sí mismo, porque así era TaeHyung, ponía una buena cara para todas las situaciones que tenía que enfrentar.

Tal como le dijo el omega azabache fue a recepción y dio el su nombre seguido de un código que había recibido por mensaje el día anterior para obtener un buen descuento.

—¿Pagarías una sola visita o el mes completo?

TaeHyung tomó una respiración y tratando de ser lo más objetivo posible a lo que su cabeza y lobo decían, respondió.

—El mes completo.

—¡De acuerdo! —la musculosa beta sonrió y le recibió su tarjeta de crédito para cobrarle. —Disfruta tu estancia y recuerda que el primer paso es que estés aquí, ¡ánimo!

TaeHyung le sonrió y luego se adentró a la sala de ejercicio, si tan solo esa beta supiera que para lo único que estaba ahí era para tratar de ver a un omega gruñón.

No tardó demasiado en localizar a JungKook con la mirada, pues la noche pasaba le había advertido que estaría en la zona oeste del gimnasio, entrenando a algunos chicos y chicas.

Y vaya que tenía trabajo, literalmente JungKook tenía demasiada atención sobre él, y eso a su lobito no le gustó mucho, pues gruñó y exigió a TaeHyung que fuera hacia el omega y lo llevara lejos de todos esos que lo veían como un adonis intocable.