ੈ Capítulo ocho

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8. Cita

La emoción se podía sentir y respirar en el aire

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La emoción se podía sentir y respirar en el aire.

La música de jazz se reproducía en el dispositivo de altavoz mientras TaeHyung terminaba de poner los últimos toques a su maquillaje.

Estaba feliz, ilusionado y por supuesto que emocionado por la tarde que le esperaba. Hoy, después de tres días de espera y planeación, sería su cita con JungKook.

Aplaudió por la alegría que sentía y dejó su brocha en su tocador para dar unos pasos atrás y mirarse en el espejo. Sí, definitivamente estaba muy bonito.

Vestía un pantalón ajustado a la cintura negro con una playera y suéter blanco abierto, acompañado de una boina del mismo color, está tapando la mayoría de su mata rosada. Y como toque final, anillos esparcidos en sus finas manos largas.

Una vez que todo estuvo listo, apagó la música, revisó que su pequeño perro tuviera comida y salió del departamento con las llaves de su carro en mano, hoy su bonito auto rojo saldría del estacionamiento del edificio por fin.

Sería un gran día, él se aseguraría de eso.

No muy lejos de ahí, estaba JungKook terminado de poner su loción, no era muy fan de las colonias, pues con su aroma siempre fue suficiente, pero había ocasiones donde usaba esa fragancia, como Navidad, Año Nuevo, una cita con TaeHyung... cosas importantes.

Una vez que estuvo listo, escuchó el timbre de su casa ser tocado, tomó sus cosas y salió para ver a un omega con cabello rosado parado frente a él, con una sonrisa en el rostro y viéndose extremadamente hermoso.

—Hola JungKookie.

—Cachetón.

TaeHyung rio, le gustaba que JungKook lo llamara de diferente formas, a muchos no les agradaría, pero para él no era un problema.

—¿Estás listo?

—Así nací TaeHyung.

El más bajito le dio otra sonrisa antes de indicarle dónde estaba su auto.

—Dios, no me sorprende en lo absoluto.

—¿Qué?

—Tu auto. —sonrió. —Es... como tú.

—¿Lindo?

—Chiquito y curioso.

TaeHyung soltó una carcajada y le golpeó el brazo sin fuerza.

—Tú eres un omega muy grande, no es mi culpa que estés fuera del tamaño normal.

JungKook le dio una mirada divertida.

—Tienes razón TaeHyung, no es tu culpa que yo sea enorme. —el doble sentido pasó desapercibido por el omega pelirosa y eso divirtió más al azabache. Ese chico era como sacado de una película de Barbie. —Anda, vámonos.

Falling for you ୧ kv Donde viven las historias. Descúbrelo ahora