Era un club para omegas, ¿cómo iba a imaginar que uno de estos iba a llevárselo a la cama para darle la mejor noche de su vida?
"Es un omega, TaeHyung"
"¿Eso es un problema? Yo también lo soy"
- <3 -
-kooktae: (koo omega/top || th omega/bottom...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Dos semanas después...
La tensión del ambiente había desaparecido casi en su totalidad.
TaeHyung estaba más tranquilo y eso era lo único que ponía en paz a JungKook. Después del incidente con ese alfa, el pelirosa había estado tenso y preocupado, pero luego de que su omega lo llenara de cariño, palabras alentadoras y acciones para despejar sus pensamientos, estaba mejor.
Lee HaJoon no volvió a trabajar al día siguiente de los hechos, y así pasaron catorce días más, hasta que el día anterior los rumores de que había presentado su renuncia cobraron realidad.
JungKook había hablado con TaeHyung, dejándole en claro que ese tipo jamás volvería a acercarse a él. Despejó sus dudas y también le hizo saber que nada le sucedería por haberlo golpeado. Su padre se había encargado. Jeon Yoong no era una broma estando enojado, y claro que no se quedó tranquilo al saber que ese alfa se había metido con su cachorro y el novio de este.
Esperaba que ese alfa no pudiera laborar en un largo tiempo, si es que en algún hospital o laboratorio lo aceptaban con su expediente de criminal sexual.
—Estoy emocionado.
La voz de TaeHyung se escuchó sobre la música del auto. JungKook sonrió y llevó su mano para acariciar su muslo cubierto por ese pantalón de mezclilla que llevaba.
—Puedo verlo en tu cara cachetón. —le dio un pequeño pellizco. —Compraste como diez regalos, seguro tu tarjeta ahora tiene números rojos.
—¡Claro que no! —protestó. —Compré lo suficiente...
—Seguro que sí. Ahora estás endeudado. —siguió jugando. —Despreocúpate omega, cuando sea famoso yo te mantendré.
TaeHyung sonrió y jugó con los dedos sobre su muslo.
—Estoy más emocionado por ver eso.
—Claro que lo estás. —le guiñó.
TaeHyung se sonrojó, amaba ese efecto que tenía JungKook en él.
—Estamos a dos casas más, Kookie. —avisó el pelirosa.
JungKook asintió y guió su camioneta a la casa de dos pisos que estaba repleta de globos y algunos adornos.
Ese día era la fiesta de cumpleaños del mejor amigo de TaeHyung, Jimin, quien ahora sostenía una extraña relación con YoonGi. Luego del alboroto que armaron en la casa del enfermero, ambos habían tratado de sobrellevar el hecho de que tanto sus lobos como ellos estaban enamorados.
