ੈ Capítulo diez

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En la luna

[Semanas después]

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[Semanas después]

TaeHyung corría por su departamento, acababa de salir de turno y solo tenía unos veinte minutos para quitarse todo rastro del olor a hospital que tenía. Incluyendo varios olores de los pacientes que atendía.

Una vez que se duchó y se puso algo decente salió a toda velocidad de su casa, tenía que recoger a JungKook en media hora y la idea de ir tarde no le gustaba.

Llevaban varias citas encima ya, pero eso no quería decir que bajaría la guardia y comenzaría a fallar en su papel de conquista, claro que no.

Hace una semana fueron a un acuario, JungKook quedó impresionado por ver varios tiburones y una que otra Manta. Verle los ojos brillar se había convertido en una de las cosas favoritas de TaeHyung, como cuando fueron al parque de diversiones y el omega pelinegro corría por todos lados con su capa de Superman, al parecer le gustaban mucho las emociones fuertes, pues no dudó en subirse a varias montañas rusas.

También habían tenido citas más tranquilas, como caminar en el parque por la noche, o tomar helados en un día caluroso.

Esa noche irían a cenar y por eso media hora después de todo el alboroto que sufrió por llegar a tiempo, estaba afuera del lugar de entrenamiento de JungKook, quien venía saliendo con una mochila colgada en su hombro.

TaeHyung salió del auto y lo recibió con una sonrisa.

—Hola JungKookie.

—¿En serio cachetón? —no pudo ocultar su sonrisa al ver a TaeHyung parado con unas flores amarillas afuera.

—¿Te gustan?

—Sabes que sí. —las recibió. —Gracias.

TaeHyung le quitó la mochila que cargaba y la echó en los asientos traseros de su auto rojo, el cual nunca se salvaba de las burlas del azabache.

—¿Listo?

—De verdad me convenciste para cenar grasa hoy.

—Te dije que podemos ir a otro lado si no...

—Bromeo. —acercó los girasoles a su nariz y respiró profundo. Olían bien, pero nada se comparaba a ese aroma a cereza que desprendía TaeHyung. —Hamburguesas está perfecto. Además, el torneo se aplazó, un problema con los patrocinadores.

—¿Estás bien con eso? Podemos hablarlo.

JungKook se encogió de hombros.

—Tengo más tiempo para prepararme.

—Pero estabas muy ansioso por tú sabes... golpear alfas.

JungKook soltó una risa.

—Puedo golpear alfas sin estar en un torneo, los imbéciles de allá adentro solo tienen que hacerme enojar para que los ponga en su lugar.

Falling for you ୧ kv Donde viven las historias. Descúbrelo ahora