La punta del iceberg

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No me identifico contigo, no.
Porque nunca me trataría así de mal.
Me hiciste odiar esta ciudad.
Y no hablo mierda de ti en Internet.
Nunca le dije a alguien algo malo.
Porque esa mierda es vergonzosa,
Tu eras todo para mi.
Y todo lo que hiciste fue hacerme jodidamente triste.
Así que no pierdas el tiempo que no tengo.

Happier Than Ever - Billie Eilish

Jin Ling se niega a dejarlo ir y Jiang Cheng se niega a mirar a los Jiang.

Están sentados en el sofá de la enorme sala. Después de que lograra apaciguar los berridos del niño, Jiang Cheng fue arrastrado por Jiang YanLi hacia la casa sin siquiera darle tiempo de negarse. No recuerda bien las palabras que ella murmuró, no le prestó demasiada atención debido a que su corazón latía demasiado rápido y ruidoso dentro de su caja torácica. No le fue difícil identificar el pánico como la principal de sus emociones; no quiere, no quiere ir allí, no quiere enfrentarse a ellos.

Pero aquí está, siendo estudiado por todos como si fuese un maldito ratón de laboratorio.

Las miradas pesan sobre él e incluso puede imaginar que expresión porta cada uno de esos rostros.

Tampoco es que le importe demasiado, es solo que detesta estar bajo el foco y ser juzgado tan libremente por personas que creen tener derechos sobre él. No quiere dar explicaciones y es un hecho que esas miradas están exigiendo una.

Jin Ling está sentado en su regazo, sus diminutos brazos siguen aferrados a su chaqueta con la fuerza de un cangrejo y su cara permanece escondida en los pliegues de su camiseta. No hay forma de sacarlo de allí por las buenas y absolutamente nadie se atreve a hacerlo por las malas.

—FengMian, es real —Yu ZiYuan murmuró echándose a llorar en el hombro de su esposo.

A Jiang Cheng le pareció escuchar que el hombre también estaba llorando. Que puto asco, pensó sacudiendo la cabeza con incomodidad. ¿Desde cuándo ese par se llevaba tan bien?

Percibió un par de pasos en su dirección e inmediatamente el pánico se desató nuevamente.

—¡No se me acerquen! —exclamó alzando la cabeza por fin. Descubrió al matrimonio a medio camino, seguramente pretendían lanzarse sobre él para hacer quizá que cosa.

—A-Cheng —se quejó Jiang YanLi con amargura y asombro.

Jiang Cheng resopló de forma sonora, ¿qué esperaban? ¿Un abrazo familiar?

—¿Por qué. . . Tu. . . Por qué actúas así? —Madam Yu lucía realmente descompuesta mientras se esforzaba por mantener las lágrimas contenidas.

Jin Ling no pudo evitar poner los ojos en blanco.

Jiang Cheng soltó una carcajada sarcástica que arrancó un coro de jadeos del resto.

—A-Cheng, por favor, dinos que sucede —Jiang FengMian rogó y Jiang Cheng está seguro que en el pasado jamás le habló con tanta amabilidad. Sintió náuseas.

Jiang Cheng, soy tu madre, ¿por qué?

—¡Tu no eres mi madre! —ladró Jiang Cheng perdiendo el dominio de su ira—. Mi madre es Fei SuJin.

Madam Yu parpadeó aturdida producto del exabrupto de Jiang Cheng y sus duras palabras. Desde el otro lado de la habitación Jiang YanLi lloraba aferrada a su esposo, Wei WuXian tuvo la decencia de permanecer en silencio junto a Lan WangJi y Jiang FengMian sólo lo observó con ojos tristes.

La Triada RepudiadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora