Memorias II

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Nunca pensaste en nadie más,
Solo viste tu dolor.
Y ahora lloro en medio de la noche,
Por la misma maldita cosa.

Because of you - Kelly Clarkson

Las cartas yacían en lo las recóndito del armario de su madre. Lan XiChen creyó, en primera instancia, que se trataba de una expresión de amor entre su padre y su esposa, no obstante, cada una de ellas estaba firmada con las iniciales: LQR.

Por supuesto, al comienzo pensó que se trataba de un error tipográfico cualquiera, sin embargo, a medida que las hojas se multiplicaban y la firma seguía siendo la misma, llegó a la conclusión de que el emisor no se trataba de su progenitor.

A pesar de sentir curiosidad, Lan XiChen regresó las cartas a su lugar y regresó a la ardua labor de encontrar el libro de apuntes que debía memorizar en una semana.

Lo encontró segundos antes de que un conjunto de pasos anunciara la llegada de dos personas a la habitación. Logró reconocer la voz de su madre y de un varón que se oía bastante familiar. Sin pensarlo demasiado, se incorporó para salir de entre las pertenencias de su madre y saludar de manera correspondiente, no obstante, cuando notó que hablaban de él, se quedó quieto.

—No debiste hacer eso —la mujer reprochó, en voz baja—. ¿Tienes idea de cuántos problemas nos vas a acarrear si lo descubren?

—La verdad saldrá a la luz tarde o temprano, Yan-er.

—¡No puede! Si QingHeng se entera. . . Si da con este resultado, nos hundimos.

Entre la rendija de la puerta del armario, Lan XiChen estudió, con grande asombro, a la pareja que se unió en un apretado abrazo.

—¿Y qué hay del muchacho? Mi hermano es particularmente duro con él.

—Lan Huan es el heredero de la familia, su comportamiento no puede ser errático. QingHeng cree que necesita mano dura para volverlo al camino.

Cuando el hombre se apartó de su madre, Lan XiChen tuvo la oportunidad de ver su rostro.

El efecto que tuvo ese reconocimiento debilitó sus rodillas e hizo que su pulso se volviera loco.

—Yan-er, presionar a XiChen solo lo volverá una bomba de tiempo. Sucedió en el pasado y sucederá en el presente si no se detienen.

La mujer sollozó. —Lan Huan comprende lo que significa ser un heredero, a diferencia de Lan Zhan.

"Si decimos la verdad, Lan Huan será removido como el siguiente en la línea de sucesión y esa carga caerá en los hombros de su hermano menor."

—Estás sacrificando la vida de uno por el bienestar del otro, Yan-er —le reprochó el hombre—. Y no estoy de acuerdo, XiChen también es mí hijo.

La forma en que el alma de Lan XiChen se derrumbó a sus pies fue lenta y tortuosa. Dentro de sí, algo fue desgarrado de forma tan violenta que le quitó todo el aliento de los pulmones y lo hizo temblar de pies a cabeza.

—Shhh, alguien puede oírte, QiRen.

La ira e impotencia se multiplicaron con creces y comenzaron a subir por su garganta como espuma. Lan XiChen realmente no piensa en las consecuencias de lo que hace, se encuentra tan dominado por esa avalancha de sentimientos amargos, que tanto su mente como su corazón han dejado de funcionar de forma correcta.

A raíz de ello, empuja con fuerza las puertas del armario dándose a conocer a la pareja que se sobresalta al notarse descubiertos.

—¡A-Huan! —Su madre chilla, horrorizada.

Lan XiChen no había visto a Lan QiRen desde su antigua vida. Tras abandonar la secta Lan para convertirse en el peor de los criminales de esa época, el hombre mayor le dio por completo la espalda y luego se marchó de forma cobarde a morir en un rincón apartado de Gusu.

En el presente, Lan QiRen jamás se mostró delante suyo hasta hoy.

—Me abandonaste en el pasado y ahora pretendes hacer lo mismo, eres un maldito cobarde —Lan XiChen acusó, mirando directamente a Lan QiRen.

—A-Huan, por favor, piensa en las consecuencias —su madre suplicó, tomándole de los hombros—. Si los líderes de nuestra familia se enteran de la verdad, seré repudiada y enviada a la calle.

"¿Es eso lo que quieres? ¿Qué tu madre viva como una pordiosera? ¿Quieres que tu hermano sufra?"

Lan XiChen se alejó, furioso. —¡¿Y qué hay de mí?!

—Hijo mío, tu comprendes el sacrificio de ser un heredero —ella insistió.

—Pura mierda —ladró, totalmente fuera de control—. Ambos tienen la forma de librarme de este infierno pero insisten en sacrificarme con tal de salvar sus pellejos.

Lan QiRen tomó la palabra. —XiChen, ser el heredero de la familia es un gran honor, lo único que debes hacer es cumplir con las normas y. . .

—¡MÍRAME! —gritó, interrumpiendo. Tanto su madre como Lan QiRen lo observaron, con aturdimiento, quitarse la camisa para enseñar las cicatrices del látigo—.  ¿Acaso la continuidad de un árbol genealógico vale todo este sufrimiento?

Lan QiRen suspiró, angustiado. —XiChen, por favor.

—¿Por qué no me libras de esta carga? Si tú eres mí padre, significa que no soy el heredero legítimo y por ende. . . —Lan XiChen se atragantó por causa del nudo en su garganta—. Por favor, ayúdame. Soy tu hijo. . . Tu, ¿no me amas?

El hombre mayor desvió la mirada, incapaz de soportar la pena y la culpabilidad. —La verdad no te hará libre, XiChen, al contrario, traerá graves consecuencias.

Lan XiChen sintió como sus esperanzas estallaban con la misma facilidad que burbujas de jabón. Le dolía el alma de la forma en que duele una herida hecha con un hierro ardiente, pero también notó, que dentro de sus entrañas, se multiplicaba un odio denso y oscuro.

Limpió las lágrimas de su rostro con violencia y se marchó, totalmente airado, a las afueras de la casa. Necesitaba gritar para desahogarse, y también encontrar una forma de liberar toda su frustración y enojo.

No logra entender por qué todas las personas de su alrededor pasan por alto su sufrimiento. Se siente solo, desamparado, vulnerable, traicionado y atrapado, sí, porque no existe lugar al que pueda ir, ni existe persona a la que pueda acudir.

Si tan solo encontrara a Jiang Cheng. Aunque no se le permita acercarse, al menos se conformará con verle desde lejos, bueno, quizá compartir una palabra pequeña o solo un saludo.

Lo necesita tanto.

Finalmente rompe a llorar, superado, aunque continúa caminando en dirección recta.

A pocos metros distingue un vehículo que no había visto antes y llega a la rápida conclusión que debe pertenecer a Lan QiRen.

Para cuando su familia se reúne a su alrededor, Lan XiChen tiene los puños ensangrentados tras haber golpeado dicho auto sin parar durante varios minutos.

—.—

Hola y chao.

Bueno, en mi mente esto quedó más decente pero tengo sueño.

¿Teorías? ¿DUDAS? ¿Q U E J A S?

La Triada RepudiadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora