Capítulo 19 - Gena

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Dejamos atrás la ciudad de Nueva York y tomamos rumbo a Boston, o eso me había dicho Jason cuando nos subimos al coche. Ese precioso Mustang que me tenía enamorada, y su forma de conducir, más aún.

Mantenía la vista en mi ventanilla, observando los edificios y las casas pasar a gran velocidad por la I-90. El sol calentaba en lo alto del cielo y daba un color veraniego a toda la zona de New Haven. Noté la mano de Jason sobre mi pierna y me giré para mirarlo.

—¿Todo bien? —quiso saber.

Sonreí y asentí. Deslicé mi mano sobre la suya y él entrelazó los dedos con los míos. Al parecer, había cedido por fin a esto que estaba ocurriendo entre nosotros.

—Llegaremos cerca de las siete. Podemos pedirnos algo para cenar, si quieres, o vamos a algún pub...

—Prefiero pasar directamente al postre —dije de forma coqueta. Él rio, sin desviar la mirada de la carretera. Liberó mi mano, dejándome una sensación de vacío odiosa, y la posó sobre la palanca de cambios.

—Las cosas se saborean más cuando no se obtienen de forma tan inmediata, bollito —ronroneó.

—Eso quiere decir que tendré mi postre, ¿verdad?

—Sí, tendrás tu postre..., y yo el mío. —Entonces, me miró y lo vi en sus ojos: deseo y lujuria. Dios, no veía la hora de tenerlo desnudo sobre mí. Por cómo cambió el gris de su mirada, supe lo que estaba pensando, pero el sonido de mi móvil nos sacó de esa nube de seducción en la que estábamos envueltos.

Resoplé y él volvió a reír. Supuse que sería mi madre para saber si habíamos llegado, pero sonreí al ver de quién era el mensaje. Las locas de mis amigas, cómo no.

Marion:

Gen, tía. ¿Cómo estás?

Annie:

Eso, ¿estás bien?

Gena:

Sí, estoy bien, chicas. Gracias por preocuparos, de verdad.

Ha sido bastante traumático, la verdad. David intentó repetir la hazaña en los servicios...

Marion:

Qué hijo de puta.

Es que sabía que no traería nada bueno su regreso, joder.

Annie:

Suerte que pudiste escapar a tiempo, tía.

Nosotras se lo contamos todo a la directora, Gena. Tenían que saberlo, lo siento.

Marion:

Bueno, es que cualquiera le dirigía la contraria a Jason, ¿sabes?

Creo que si lo llega a coger, lo hubiese matado. En serio, tía, no sabes la cara de asesino que tenía cuando os encontramos en el pasillo.

Annie:

Oh, pero fue tan bonita esa escena en la que te cogió en brazos para sacarte de allí...

Marion:

Ay, Annie, siempre tan romántica. Todo para ti es una película o un libro de esos que tanto devoras, tía.

Annie:

No hay nada malo en el romanticismo, Mar. Deberías probarlo.

Gena:

¡Ja, ja, ja!

Marion:

Bueno, tía. Gen, cuéntanos. ¿Qué sucedió cuando os fuisteis? ¿A dónde te llevó?

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