El asalto

Capítulo 5

La Misión Más Espantosa

¿Se desmayó? ¿Dewlap se desmayó de verdad?" Dijo Twilight con estupefacta incredulidad.

"Sí, la llevaron corriendo a la enfermería", dijo Soren.

Soren, Gylfie, Twilight, Digger y Eglantine giraron la cabeza hacia Otulissa, quien estaba muy quieta, excepto por su pico tembloroso. "No me arrepiento de nada. Ni siquiera la ya-sabes-qué palabra. No me disculparé. El spronk es de clase muy baja, y va en contra de todo lo que los Guardianes de Ga'Hoole son y todo lo que representan. No me importa si me dan una franela de pedernal por esto. No me importa que me expulsen de la brigada".

Los otros búhos parpadearon horrorizados. Ser expulsado de la brigada no era simplemente una franela de pedernal, que era la forma de castigo de los búhos. Era la mayor humillación que le podía ocurrir a un búho de Ga 'Hoole. Significaba ser expulsado por tiempo indefinido de su brigada.

Los cinco búhos habían vuelto a su hueco tras el episodio de la biblioteca. Otulissa vino también. Ahora la miraban con asombro y admiración. Esta lechuza tan educada y correcta no sólo había dicho la peor palabra del vocabulario de los búhos, sino que se la había escupido a un ryb. ¿Qué le ocurriría? Sólo podían imaginarlo.

De repente, la matrona del parlamento asomó la cabeza por el hueco.

"¡Se requiere su presencia en el Parlamento inmediatamente!" No parecía contenta. "Excepto Eglantine, ella puede quedarse".

¡Oh, Glaux! pensaron todos.

"¿Por qué yo no puedo ir?" preguntó Eglantine con voz temblorosa. "Quiero que me incluyan".

"¿Quieres ser incluida en una franela de pedernal?" Preguntó Twilight. "La última fregona que tuvimos, si recuerdas, tuvimos que enterrar perdigones para Dewlap durante tres días. Tú fuiste excluida de eso, y créeme, tuviste suerte".

Mientras los búhos bajaban a la hondonada del parlamento, Gylfie murmuró: "Perfecto, Glaux, vamos a estar enterrando egagrópilas desde ahora hasta el verano".

"Tú no has dicho la palabra, fui yo", murmuró Otulissa. "Simplemente me salió. Hasta a mí me sorprendió". Pero rápidamente añadió: "Aunque me alegro de haberlo dicho".

En secreto, todos se alegraban de que lo hubiera dicho. Había algo terriblemente malo con esta idea del spronk. No encajaba en la mente de Soren con los valores de Ga'Hoole. Es una cosa aborrecible, pensó Soren. Sí, ¡bien por Otulissa!

Cuando entraron en la sala del parlamento, Dewlap no estaba. Sólo Ezylryb, Boron y su pareja Barran, los dos búhos nivales que eran los monarcas del árbol. Y para sorpresa de Soren, otros dos miembros de la brigada del tiempo, Ruby, una lechuza campestre y la mejor voladora del grupo, y Martin, el compañero de vuelo de Soren, un pequeño Mochuelo Cabezón.

¿Qué ocurre aquí? ¿Por qué Ruby y Martin? Soren los miró consternado, y ellos parecían igual de perplejos.

Barran tosió varias veces para aclararse la garganta y empezó a hablar. "Los siete han sido llamados aquí por una razón". El pavor nadaba en todas sus mollejas. ¿Qué iba a ser? ¿Enterrar egagrópilas? ¿O serían expulsados de sus brigadas?

Ahora hablaba Boron. "Entre los siete juntan una interesante variedad de talentos". Hizo una pausa. "Como quedó demostrado en el extraordinario rescate de Ezylryb". Ezylryb asintió y pareció fijar su mirada en Soren. "Algunos han llegado a referirse a ustedes como 'La Brigada de Brigadas'". Soren casi jadeó, y sintió que su molleja daba un pequeño respingo de emoción.

"Para ir al grano", continuó Boron, "sus talentos especiales como Brigada de brigadas son ahora necesarios". Se podría haber oído caer una brizna de hierba en el hueco del parlamento.