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Gyuvin era un chico común de quince años, pero incluso así, jamás creyó que su primer cita -y estaba pensando seriamente que fuese la última- terminaría siendo una falla total.

Su peor fracaso, habría que confesar.

El azabache llevaba alrededor de cuarenta y dos minutos escuchando a cierto pelirrojo hablar sobre cosas que definitivamente no entendía -y tampoco le importaban-.

No sabía si era más decepcionante saber que el chico que ganaba su corazón con notas de colores era un completo narcisista o darle la razón a Jiwoong.

Le debía papas fritas, era lo único que tenía en mente.

ㅡ Entonces le dije que me tiñera el cabello de rojo intenso, y me dejó igual que a la cereza de un pastel de niña de cinco años. Desde ese día no asisto a ese sitio. ㅡ Gyuvin no tenía nada en contra de escuchar sobre la traición de su estilista personal, pero definitivamente estaba en cosas que le importaban un rábanoㅡ Oh, y el otro día fui a Pull & Bear, pero cuando iba a pagar mi tarjeta de crédito había muerto; entonces le marqué a mi padre y...

Si algo debía concederle a su pelinegro amigo definitivamente era la idiotez de Zhanghao. Odiaba que tuviera razón, aunque de alguna forma siempre la tenía.

Gyuvin prefería no escuchar todo lo que salía de su boca pues consideraba que eran simples vanalidades, optó por seguir bebiendo su frappuccino mientras Zhanghao hablaba sobre si mismo.

Ya estaba pensando en como evadir el evidente triunfo de Jiwoong.

ㅡ ¿Te he dicho que eres muy lindo? ㅡGyuvin creyó que se había perdido en algún punto de la conversación, cuando aquella pregunta impactó contra sus oídos.

El más alto no pudo evitar sentirse cohibido. Sí, era un idiota. Pero uno increíblemente lindo que conseguía sonrojarlo con sólo cruzar miradas. Tal vez porque él era un inexperto en el coqueteo.

No lo sabe.

ㅡ Pues eres muy lindo. ㅡagregó el pelirrojo al ver que el menor no respondía.

Zhanghao se atrevió a acariciar su mejilla, sorprendiéndose de su tersa piel.

Y Gyuvin no sabría si fue descuidado o sumamente distraído, pero de un momento a otro sintió una suave presión sobre sus labios.

Tardó en asimilarlo, sintiendo su estómago revolverse ante la cercanía. No tardó demasiado en empujarlo lejos, tallando sus labios con molestia.

Una molestia que no sabe de donde vino.

ㅡ ¡¿Qué te pasa, idiota?! ㅡbramó, hastiado. La situación sobrepasó el límite de su paciencia.

Por supuesto, Zhanghao se ofendió ante su rechazo, levantándose de su lugar.

ㅡ ¡¿Qué te pasa a ti?! ¡Era esto lo que querías, así como todos! ㅡalgunos clientes de la cafetería giraron en su dirección al escuchar una pequeña discusión.

ㅡ Eres un cabeza hueca. ㅡfue lo último que alcanzó a decir antes de tomar sus cosas y salir del establecimiento.

Una sensación incómoda cosquilleaba en sus labios. El chico de sus sueños le había robado su primer beso, y había sido lo más desagradable que había sentido en toda su vida.

Suspiró pesado, nada le podía salir peor.

Love Gummy - SHIMKONGZ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora