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[ D Í A 003 ]

Ambos chicos avanzaban en silencio por el camino para poder llegar al asilo para mayores. Ninguno había emitido palabra desde hace dos cuadras, y el azabache comenzaba a exasperarse.

Odiaba el silencio, pero no sabía que decir. Usualmente él siempre tenía mil preguntas por hacer, pero todo se le olvidaba cuando volteaba a mirar a su compañero. Sentía su estómago revolverse y sus manos temblar.

Desde la tarde anterior, después de ese incómodo abrazo, se ha sentido extraño.

Quizás pescó un resfriado, este invierno había sido demasiado crudo para él.

ㅡ Estás muy callado. ㅡcomentó el rubio sin dejar de mirar el camino por donde iban. Usualmente no le importaría, pero viniendo de Gyuvin, era preocupante.

ㅡ ¿E-Eh? Sí, bueno... Estaba pensando. ㅡmurmuró, con la vista clavada al suelo. Él realmente llevaba todo el día pensando.

ㅡ ¿Estabas pensando? ¿Acaso estás enfermo? Gyuvin, creo que juntarte conmigo te está afectando. ㅡlo molestó fingiéndose preocupado, aunque sus movimientos denotaban SARCASMO. Él solamente quería distraerlo, no le gustaba la forma en que su ceño se fruncía por la preocupación.

ㅡ Idiota. ㅡbufóㅡ ¿Siempre tienes que hacer bromas de mal gusto?

Gyuvin olvidó sus nervios al sentir su burla, resopló por ello.

ㅡ Tú haces preguntas para matar el silencio, yo hago bromas para detener tus pensamientos. Me parece un trato justo. ㅡ Ricky le regaló una pequeña sonrisa, sincero ante sus palabras. Eso únicamente consiguió hacer que Gyuvin se removiera, incómodo por la sensación. ㅡ Luces extraño desde que salimos, ¿sucede algo?

ㅡ Creo que pescaré un resfriado, sólo eso. ㅡrespondió de forma mecánica, restándole importancia. No iba a decirle que no podía dejar de pensar en la calidez de sus brazos, su deliciosa fragancia y en su estómago revuelto cuando le veía a los ojos o escuchaba su voz.

¿Eso siquiera era normal?

Ricky no se tragó el cuento, pero guardó silencio hasta llegar al asilo.

Una enorme sonrisa cruzó por la enfermera en turno al ver que Gyuvin ingresaba por la puerta de entrada, pero su sonrisa pasó a una expresión de sorpresa al ver quien lo acompañaba.

ㅡ ¿Quanrui? ¿Eres tú? ㅡla mujer le miró asombrada, acercándose a ellos. El menor rápidamente fue desplazado.

ㅡ Ha pasado un tiempo, Jihyo noona. ㅡle sonrió el rubio, con cierta incomodidad que no pasó desapercibida por Gyuvin.

ㅡ ¡Oh por dios! ¡Eres tú! ㅡdió saltitos de felicidad, sin detenerse a envolver al adolescente entre sus brazos.

ㅡ Okey~ ¿de qué me perdí? ㅡinterfirió el azabache al no entender nada, su momento nostálgico podía esperar. Su curiosidad, no.

ㅡ Ricky solía visitar el asilo constantemente, pero lo dejó hace un par de años. ㅡcontó la enfermera, Park Ji Hyo, ignorando la clara mirada de amenaza que le dirigió el nombrado.

Gyuvin miró a su compañero como si estuviera volando sobre él, asombrado.

ㅡ Sí, bueno... Vamos. ㅡcaminó dentro del lugar, evitando responder cualquier pregunta.







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Gyuvin le había dado un bonito vestido blanco a su abuela, quien le sonrió en demasia. Platicaron unos minutos acerca de la familia, para finalmente sacar a relucir el tema de aquel rubio que lo había acompañado hasta ahí.

Love Gummy - SHIMKONGZ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora