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ㅡ Me gustas desde antes de que habláramos. ㅡla voz del menor luce ajena en los oídos del rubio, como si fuera el recuerdo de un sueño.

¿Acaso había escuchado bien? Simplemente no pudo dar crédito a lo que escuchó.

ㅡ Yo...solía verte dormir en clases. Tú haces caras divertidas mientras duermes y también hablas dormido...ㅡagregó Gyuvin cuando no vió iniciativa para hablar en el contrarioㅡ También me gustaría aclarar que aquel día donde me diste golosinas en el pasillo, yo sí sabía tu nombre, pero pensé que sería extraño decirlo si nunca habíamos hablado.

Ellos absolutamente nunca habían cruzado palabras, porque Ricky era demasiado tímido y Gyuvin vivía a la defensiva con sus compañeros. Nunca sabía que actitudes esperar.

ㅡ Pero...

ㅡ Despúes tú comenzaste a molestarme y me sentí enfadado por eso, así que... En verdad te odiaba y te creía un idiota. Y no puedes culparme, tu manera de hacerme ver que te gusto fue estúpida. ㅡaclaró, mirándolo mal. Aún no lo perdonaba por eso.

¡Le dió en el estómago con un jodido balón de basquetball!

ㅡ Vamos, yo tampoco sabía como actuar pero...Supongo que estamos a mano... ㅡRicky murmuró desorientado, temiendo que si dijese algo más, despertaría.

ㅡ Supongo...

Las vacaciones de invierno se acercaban, por lo tanto la plantilla estudiantil ponía esmero en sus clases para salvar sus notas finales. Sin embargo, Gyuvin y Ricky no se preocuparon por ello cuando el timbre sonó haciendo correr a todos despavoridos, ansiosos de llegar a tiempo. Ellos sólo se quedaron ahí hasta que estuvieron solos nuevamente.

ㅡ Lo siento. ㅡy contrario a lo que Gyuvin pensaba, fue el rubio quien rompió el silencio.

Le miró sorprendido, había roto su preciado silencio.

ㅡ Siento haberte molestado en el pasado, mi intención jamás fue dañarte. ㅡaclaró. Sabía que era estúpido, y no pensó que funcionaría, pero cuando Gyuvin comenzó a darle atención, no pudo detenerse.

ㅡ Lo sé. ㅡasintió el más alto, bajando la mirada con cierta timidez. No era el mejor manteniendo la seriedad en momentos así.

ㅡ Y sobre Jeonghyeon, rechacé su beso. Fue asqueroso. ㅡhizo una genuina mueca de desagrado, tan sólo recordarlo le revolvía el estómago.

Gyuvin rió, restándole importancia. Aunque en el momento no le pareció tan gracioso.

ㅡ Ricky-ah... ㅡvolvió a hablar luego de unos segundos donde estuvieron mirándose sin decir nada, simplemente apoyados uno frente al otro en una pared.

ㅡ ¿Mhm?

ㅡ ¿Te gustaría ir a mi casa para comer? ㅡcuestionó, mostrándose inseguro. No quería que Ricky estuviera solo nunca más. Y sabía que a su madre no le molestaría poner un plato más en la mesa.

Los ojos del chico mayor se abrieron ligeramente en sorpresa, antes de recomponer su postura y asentir con la cabeza. Estaba intentando parecer desinteresado, aún si la propuesta había llegado a calentar su corazón, y de paso, sus mejillas.

ㅡ Me encantaría, rata.

ㅡ Eish...Idiota. ㅡgruñó Gyuvin, alzando su mano para golpear sin fuerza el brazo ajeno, pero una sonrisa titubeó en sus labios.

ㅡ Así te gusto, ¿o no? ㅡRicky le miró divertido, sonriendo con coquetería.

Gyuvin sintió su rostro arder más que nunca. No respondió, y el de piel pálida rió ante su timidez. Eso definitivamente era un sí.







Love Gummy - SHIMKONGZ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora