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Ricky, 13 años


"El mundo a mi alrededor parecía seguir funcionando con normalidad, la vida seguía pero podía sentir claramente como yo era desplazado de esa vida. Miraba la urna con detallados en plata estar frente a mi con una fotografía de la única persona que estuvo para mi y me conocía sin juzgar. Y... todo pareció borrarse a mi alrededor.

Era un nuevo tipo de soledad.

Mis padres mandaron sus condolencias, diciendo que apenas terminaran su trabajo vendrían para arreglar el "problema", ni siquiera pude sentirme enojado. Y es que ya no sentía nada.

Mi hermano mayor estuvo llamando al teléfono pero no quise responderle, no quería hablar con nadie. Nadie podría decirme algo que quisiera escuchar.

~Esto se está yendo a la mierda; pero yo no, yo estoy aquí contigo~

¿Era mucho pedir? ¿Era mucho pedir a alguien?

Zhanghao vino a casa, y aunque intentó subirme el ánimo terminé corriéndolo porque comenzó a hablar de estupideces. Lo normal.

Nuevamente el silencio parecía estar nublando este lugar al que llamo hogar, sólo que esta vez no me importaba llenarlo o dejarlo. Por mi podía tragarme si quería.

¿Qué importaba de todas formas?

Mi único autoconsuelo era recordar la armoniosa voz del azabache cantando esa canción infantil; me gustaba ese recuerdo. Me hacía sentir en casa.

¿Por qué?

Kim Gyuvin, ¿podrías convertirte en mi nuevo hogar?..."

Gyuvin ni siquiera se permitió llorar, no en público. Mordió su labio, deteniendo el nudo en su garganta. Y como una tenue luz, apenas visible, asintió.

« Seré tu hogar siempre que estés cansado de ti mismo, puedo serlo. »

Love Gummy - SHIMKONGZ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora