38

277 25 3
                                    

Leves rayos de sol se asomaban desde aquellas persianas. Una habitación con ambiente solitario y leve olor a medicina, además de una azabache recostada sobre una camilla con la mirada hacia la nada, con la única compañía del silencio.

—¿cómo acabé aquí..?—se preguntó a sí misma, aún no comprendía totalmente lo que pasaba. Tuvo muchas emociones el día anterior que apenas estaba entrando en razón de lo que pasó.

No fue hasta unos momentos que recordó todo de golpe, e inmediatamente presionó el botón al lado de su cama.

"Necesito saber cómo está mi bebé..."

La puerta se abrió, dando paso a una enfermera. Quien inmediatamente le tomó sus signos, para saber los cambios ocurridos y el como se encontraba.

—Vaya, mejoraste.

—eso es bueno, ¿verdad?

—Más que bueno diría yo, aún así procura no tener emociones tan fuertes, seguirás bajo cuidado de igual manera.

—Gracias. Disculpe!—dijo llamado la atención de la enfermera.

—Y-Yo quiero saber cómo está mi bebé.

—Oh, bueno.....

Antes de que la chica pudiese decir una palabra, unos toques en la puerta se hicieron presentes, por lo que la enfermera fue hacia esta para poder abrirla.

—El horario de visitas aún no está disponible, señorita—dijo.

—De hecho, tuve un permiso para poder venir.

—Eso es extraño.

—Si no me cree, porque no vamos a su escritorio a verificar que no estoy mintiendo—le respondió la joven.

—Bien—contestó la enfermera—regresaré en un segundo.

La azabache se fue a un lado de aquella enfermera, dejando a la taurina nuevamente sola en aquella habitación. No duró por mucho ya que la puerta comenzó a abrirse lentamente, dando paso a un Capricornio quien caminaba de puntillas para evitar ser escuchado.

Al verlo, el corazón de la chica hizo un estrujo fuerte. Como si le clavaran una daga en el corazón.

—¿A qué viniste?—le preguntó.

—¿no es bastante obvio?—dijo—Vine para ver como estabas.

—Bueno, ya viste que estoy bien. La puerta está allá, vete.

Soltó un suspiro fuerte—Sabía que me ibas a decir algo como esto.

—Entonces te lo hubieses ahorrado y no venir, Cameron.

—¿De verdad sigues molesta?

—¿Y tú qué crees? ¿Cómo te sentirías si la persona con la que se supone compartías planes, de la nada cambia todo sin tomarte en cuenta?

—Taylor, es exactamente la razón por la que hemos estado discutiendo—dijo sin más—Solo escúchame, esto siempre ha sido un problema entre nosotros. Anoche estuve pensando mucho en ello, no sé que es lo que pienses tú. Pero, ahora yo lo único que quiero es estar en paz.

El azabache se acercó a ella, tomando su mano le entregó aquel anillo que en su momento de discusión ella arrojó.

—Ten, es tuyo. No sé que quieras hacer con él, pero si vas a tirarlo prefiero que lo hagas cuando yo no esté.

—Cameron, ¿Qué nos está pasando?

—No lo sé, pero anoche que estuve sin ti me di cuenta de muchas cosas.

BAD IDEA [ZODIACO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora