capítulo 31

1.1K 94 5
                                    

El ser humano es una máquina de buscar el placer, no simplemente de manera sexual, sino de manera mental, la alegría te hace sentir placer, el gusto por estar junto a alguien que te mantiene protegida del mundo, mientras sientes su aroma, ese que ahora está mezclado con el tuyo, ese es un placer que solo se conoce una vez en la vida.

El calor de Paul me mantenía somnolienta, estaba más que cómoda en nuestro refugió, aquel lugar donde dormíamos.

- buenos días - susurre aun con mis ojos cerrados cuando comencé a sentir sus besos en mi cuello.

- me gustan más estas mañanas a las comparación de las normales, en las que despierto con un puñetazo tuyo.

- opino lo mismo - asentí mientras tomaba su rostro para besarle - te amo.

- yo también te amo.

Los dos estábamos más que gustosos de seguir con esos besos y caricias hasta que escuchamos los golpes en mi puerta.

- tía Olwen! Kate dice que ya esta listo tu desayuno.

- ya voy cielo! - grite mientras me recostaba en la cama.

- creo que nuestro plan de quedarnos en cama se ve interrumpido - río Paul mientras me daba un último beso corto antes de levantarse.

Luego de ducharnos en el baño de mi cuarto salimos donde todos nos vieron y sus reacciones ya daban a entender que sabían que habíamos hecho algo.

- a la próxima pago un motel - me queje mientras me sentaba en la mesa.

- mejor paganos la terapia - habló Edward mientras leia un libro.

- que tu no sepas como apagar el lector de mentes no es mi problema.

Al final de la mañana estaba junto a Benjamin jugando con Reneesme, a ella le divertía ver las habilidades del egipcio.

- Benjamin puede controlar los 4 elementos, el me ayudo mucho a controlar mi don.

- y yo tengo problemas para controlarme.

Las dos reíamos ante nuestra charla cuando sentí una molestia, Paul me miró y los dos nos dimos la vuelta para comenzar a vigilar todo el bosque, se escuchaba como eran dos personas corriendo, y eran vampiros, listos para todo nos encontramos con 2 mujeres, tenían la tez más morena, y su ropa tenía plantas.

- son Senna y Zafrina, del amazonas - explico mi primo.

- te acuerdas de las clases de portugués? - pregunto Kate mientras me hacía caminar.

- meu nome é Olwen, esta é minha família

- sabemos hablar más de un idioma - explico Senna acercándose - nos llego la noticia de que buscaban testigos - habló mirando a Reneesme quien se escondía en los brazos de madre y padre.

La llegada de las hermanas nos hizo entender que nuestra discuta con los Vulturis no era algo cerrado, y nuestra búsqueda de testigos había llegado a los oídos de personas más lejanas de lo que pensamos.

Pero abririamos nuestros brazos a cualquier persona, sin importar quién sea.

Pero abririamos nuestros brazos a cualquier persona, sin importar quién sea

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
••𝕾𝖎𝖊𝖓𝖙𝖔 𝖋𝖗í𝖔••𝕻𝖆𝖚𝖑 𝕷𝖆𝖍𝖔𝖙𝖊••Donde viven las historias. Descúbrelo ahora