el frío es algo con lo que se aprende a vivir, pero más cuando todo lo que conociste fue la piel fría, que al momento de conocer el calor, no lo quieres soltar, aunque ese calor sea el fuego del mismo infierno
El muchacho no sabía quién hablaba, para evitar que la viera, Olwen se destranformo y se metió entre la nieve, para que así esté no pudiera verla, aunque a él si, era un lobo marrón, y por solo un segundo le recordó a su lobo, inquieto, como si estuviera intentando hacer algo y no lo consiguiera, era la primera vez que veía a otro igual.
Después de un rato se fue, ella no se movió hasta que no fue prudente, y cuando le preguntaron a donde había estado, simplemente ignoro el tema.
Ya era casi el día de la boda y Olwen no podía decidir por ningún vestido, ella jamás usaba ropa muy elegante por lo que sin más remedio tuvo que llamar a la única persona que podría ayudarla.
- hola Alice, se que debes tener mucho estrés por la boda, pero crees que podrías...
- ni siquiera lo dudes, ya hice la ropa, sigues siendo copa A, verdad?
- espera como sabes eso? ALICE REVISASTE MI ARMARIO CUANDO ESTUVIERON DE VISITA?!
- no te enojes, usas ropa muy precaria, seria un pecado sino soñara en vestirte con las mejores ropas, ya hice un vestido perfecto, pero cuando llegues le daré los últimos retoques.
- me siento acosada.
- siéntete alagada de que pueda ver el futuro, sino te mandaría a comprar un vestido en Forks.
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La manada quileute estaba inquieta, Carlisle había pedido una reunión con Sam para avisar que 6 vampiros llegarían al territorio y aunque estaban informados del tratado, eran muy susceptibles a más provocaciones.
- son 4 chicas rubias, y dos castaños, se que los percibirán pero tranquilos, ellos también siguen nuestro estilo de vida.
- esta bien, únicamente quiero que respeten el tratado y sus limitaciones.
- por supuesto, igualmente...
Los 2 callaron al oler un olor en particular, Carlisle lo reconoció pero Sam no, este le recordaba a los vampiros pero también le recordaba un poco a Leah, era ese olor a lobo, pero mezclado con ese olor femenino que solo ellas podían tener, pronto noto el nerviosismo del vampiro pero este siguió hablando.
- ... igualmente tendremos cuidado para que no sucedan accidentes, ahora me despido.
Con esas palabras se marchó rápidamente, había sentido el olor de la chica, al parecer había decido comenzar a correr por el bosque, y al llegar se la encontró siendo abrazada por sus hijas mientras ella saltaba de la emoción.
- Rose no sabes lo feliz que estoy de verte, estaba anciosa de venir cuando me dijiste que pasaría un tiempo con ustedes, además de que ya quiero conocer a la desafortunada, ¿ en serio acepto a Edward? Con todo y su lado emo?
